Resulta bonito escuchar del amor por el que jugaban esas generaciones; sería muy bueno que los niños de hoy y futuros profesores de Educación Física pudieran intercambiar con ustedes y fomentar en ellos el valor del sacrificio, expresó Meilinj Hernández Gácita, directora de la Casa de la Música, durante el encuentro con glorias deportivas en el Álbum Kafé Parque Central.
Concebimos nuevamente esta cita e incluimos el deporte dentro de la programación del Festival Artemisa Mestiza, porque es parte de nuestra cultura y tradiciones, sostuvo.
Ivón Álvarez González, directora provincial de Cultura, coincidió en la importancia de mantener ese espacio. “Desde niños, la Revolución siempre nos vinculó a algún deporte, en el sistema educacional, y uno aprende a amarlo como esa chispa que está en nuestra idiosincrasia.
“Ustedes son un reflejo de los logros de nuestro sistema: negros, mujeres, discapacitados… y dedicaron horas de entrenamiento, tiempo de fiestas y de juventud para alcanzar tantas victorias y medallas. Habrá que escribir sus memorias, semejante ejemplo digno de admirar”, declaró.
Nelson Lara, director provincial de Deportes, acentuó el orgullo hacia ellos, e insistió en cuánto han significado sus triunfos para nuestro pueblo a lo largo de la historia.
Allí estaban el saltador Fernando González Castellanos, subcampeón paralímpico de Atenas 2004; el pertiguista Juan Laza Capote, oro en los Centroamericanos de Panamá, en 1970; y la basquetbolista María del Carmen de los Santos Iglesias, quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Moscú’80 y medalla de oro en los Centroamericanos de Medellín’78.
También compartieron sus criterios y anécdotas Roberto Apaceiro Fernández, árbitro internacional de atletismo; Yusimi Fontes Hernández, campeona panamericana en los Juegos de La Habana’91, en gimnasia rítmica; y la heptatlonista Yasmiany Pedroso González, ganadora de la presea de plata en los Panamericanos de Guadalajara 2011.
Ellos trasladaron a quienes los escuchaban a momentos de indescriptible pasión y arrojo, a la fortísima clasificatoria de las muchachas del básket, para debutar en citas estivales, y cómo María del Carmen de los Santos repartía juego y las llevaba a soñar.
Descubrieron la formidable trayectoria de Apaceiro en siete panamericanos, ocho centroamericanos, dos copas mundiales, un mundial de atletismo y juegos paralímpicos, así como sus poderosas convicciones en defensa del deporte revolucionario: su humanismo y oportunidades a quienes no las hubieran tenido en el sistema anterior.
“Hemos visitado países que tienen sus mercados llenos. Sin embargo, hay niños pidiendo limosnas y fregando autos en las calles. Además, no tienen esta amplia representación de medallistas olímpicos”.
Hay mucha historia bonita por contar, y el Festival ofrece otra ocasión para viajar a tiempos de hazañas, como cuando Fernando González vio mucho más lejos pese a su retinosis pigmentaria… y saltó hasta donde lo llevaron sus sueños.
