Maceo y Ernesto fueron,
son y serán todavía,
patriotas que el mismo día
en dos etapas nacieron.
A Maceo le surgieron
volcanes en la conciencia
Y el Che, por la persistencia
de un empeño verde olivo,
nos trajo el definitivo
triunfo de la independencia.
Una paloma puntual
vuela cada vez que aclara
de Rosario a Santa Clara,
de Santiago al Cacahual.
Lleva un mensaje especial
de campesinos y obreros,
diciendo que en los primeros
fulgores de cada día
siguen siendo todavía,
mambises y guerrilleros.
La historia los recibió
en su eterno paraíso.
Cada uno en su tiempo hizo
lo que le correspondió.
Maceo por fin llegó
a la cola del caimán,
pero el Che , de fuego y pan
solo llegó a Santa Clara
para que nadie igualara
la proeza del Titán.
Renito Fuentes (Uneac)