De escépticos también están llenas las gradas de los estadios. Son esos faltos de fe a quienes el temor a perder otra vez, no les deja disfrutar las victorias. Hubo quien pensó que la barrida a Industriales se debió solo al mal momento de los azules, relegados al sótano, pero los Cazadores también les ganaron la subserie a los Cocodrilos, hasta entonces colíderes de la 62 Serie Nacional.
Si los capitalinos no eran un medidor ideal, ni los Elefantes de Cienfuegos, ni los Leopardos de Villa Clara, ni tampoco lo parecían las Avispas santiagueras (ahora en la cima), contra las cuales Artemisa perdió la subserie por muy poco, los discípulos de Armando Ferrer conforman una de las mejores nóminas del campeonato.
Y lo cierto es que en el estadio 26 de Julio los anfitriones batearon como si tuvieran enfrente a un equipo menor. En el primer desafío les fabricaron 13 carreras, en el segundo 17 y en el quinto 15.
Ante uno de los más calificados staff de picheo del campeonato, anotaron ¡55 carreras! Solo en el tercer partido, cuando cayeron por un absurdo marcador de 22-1, el duelo de ambas ofensivas les desfavoreció, e hizo que el balance total finalizara 63 carreras a 55; aun así, ganaron tres juegos y la subserie particular.
Los artemiseños son el conjunto con mayor número de anotadas (248) y mejor promedio al bate (342, igual que Las Tunas), además de segundos en jits y en extrabases.
El primer día ganaron uno de esos choques que definen a los campeones, por la garra, la determinación, por no dar nunca un juego por perdido y pelear sin rendirse, aunque el adversario les remontara una diferencia de diez carreras. Por eso la afición confía en estos Cazadores, y cree que les va muy bien la condición de líderes.
Osmel Solano se vistió de héroe en el noveno inning. Bateó de 4-4, empujó cinco corredores hacia la goma, incluida la anotación decisiva, y fue líder de los bateadores durante varias fechas. Su promedio asciende a 456.
Sin embargo, sería injusto atribuirle todo el éxito: los muchachos de Yulieki González se han convertido en un verdadero equipo, donde cada cual aporta, sea un hit, un sacrificio, un boleto o muchas ganas. A veces sobresale Dayán García; otras, Andy Cosme, Carlos de la Tejera, Dainel López, Yoan Moreno… Hay un brío colectivo rebosante que, sin duda alguna, impulsa muchas carreras.
Y en la despedida volvieron a vencer a los Cocodrilos, esta vez 15-10, nuevamente con destaque para Osmel Solano, de 4-3 con triple y cuatro remolques.
Tras 18 victorias y 12 reveses, los nuestros están a un juego de la punta, ocupada por Santiago; entre ambos se ubican los Vegueros de Pinar de Río, a medio. Y a partir de este martes enfrentan a los Gallos de Sancti Spíritus, que marchan novenos, también en el 26 de Julio. La batalla por los play off continúa.