¡1 500 pesos! cuesta una única dosis de la vacuna pentavalente (se necesitan tres) para la inmunización contra cinco enfermedades en animales, dos de ellas de alto índice de infestación en Artemisa: moquillo y parvovirus, corroboró Zuniel Galá Molina, doctor en Medicina Veterinaria y Zootecnia, arrendatario de la UEB Veterinaria de Artemisa.
Según el Decreto Ley No. 31, una de las formas mediante las cuales el Estado promueve y fomenta el bienestar animal está en el funcionamiento de un Sistema de sanidad confortable, que permite la atención veterinaria en todos los niveles, la prevención de enfermedades y el manejo zootécnico.
Pero, ¿cómo cumplir con lo establecido? Si en el territorio resulta complejo el acceso a estos productos, aun a precios elevados; la veterinaria no cubre las demandas y no se vislumbran soluciones cercanas a los problemas que inciden sobre el control adecuado de la población animal en las calles.
Fisuras en la asistencia veterinaria
Sin dudas, las variadas y necesarias ofertas exhibidas en la farmacia de la clínica veterinaria de Carlos III, en la capital cubana, deja desconcertado a más de un artemiseño, frente a sus frustradas posibilidades de acceder a estos fármacos en Artemisa.
De acuerdo con Miguel Sánchez García, director general del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal (GEAF), «aun cuando todos los municipios de la provincia poseen una clínica, la falta de medicamentos y la escasez de material sanitario ponen en jaque la calidad y eficacia del servicio».
Entretanto, las distancias entre el sistema estatal y las necesidades de la población, son acortadas gracias a las flexibilizaciones en el nuevo diseño de las actividades por cuenta propia, que permiten el ejercicio de la medicina veterinaria en animales afectivos, sostiene Pablo Machín Díaz, jefe de departamento de Sanidad Animal de la Delegación de la Agricultura.
A su vez, la normativa se adecua a lo establecido en la Resolución 430 de 2021 del Ministerio de la Agricultura, que autoriza las importaciones de productos para uso veterinario, como antibióticos, antimicóticos, antiparasitarios y suplementos minero – vitamínicos, explica.
Ambas decisiones, puestas en práctica en la UEB Veterinaria Artemisa, contribuyen a minimizar la carencia de medicamentos y mejorar el estado de salud de los rebaños, en un momento en el que el país carece de los recursos imprescindibles para sustentar el Cuadro Básico de Medicamentos de Uso Veterinario, agrega.
No obstante, es difícil justificar las acentuadas brechas entre las opciones de una sola clínica de La Habana, frente a las ofertas de todo un sistema en Artemisa.
Según Samuel Hernández Miranda, director de la UEB Labiofam, en el territorio se comercializa para uso veterinario en animales afectivos sólo dos vacunas para la prevención del parvovirus y el moquillo canino.
«Generalmente se venden en las ferias por un valor entre los 145 y 180 pesos la dosis, respectivamente; en tanto inauguremos nuestra farmacia veterinaria en Badón.
«Mientras, los interesados pueden llegar hasta la sede en calle 33 e/ 44 y 46, del municipio cabecera, para acceder a estos productos y a otros basados en la homeopatía».
El directivo aclaró que debe existir entre las partes una coordinación previa para dar tiempo al traslado de los medicamentos desde el frigorífico de Artemisa, pues algunos necesitan refrigeración. Insistió en la suficiente disponibilidad de estos productos en sus almacenes, cuyo acceso no requiere el uso de receta médica.
En el territorio es una debilidad la insuficiente existencia de farmacias de este tipo. Solo, Bahía Honda y Artemisa disponen de estos establecimientos. En el caso del municipio cabecera se ubica fuera del casco urbano, lo cual puede ser agobiante para quienes requieran el servicio, reconoce Machín Díaz.

a través de una amplia gama de productos importados / Foto: Otoniel Márquez
Mientras… en las calles
El control de la población animal deambulante resulta imprescindible para frenar el contagio de enfermedades entre las especies y mantener en números bajos los casos de zoonosis.
En Artemisa, la vigilancia de estas poblaciones se realiza en áreas donde ha sido detectada la trasmisión de enfermedades zoonóticas, refirió Eiglys Argudín Somonte, directora provincial de Higiene y Epidemiología.
«Las especies resultantes del control de foco son trasladadas al centro de observación donde permanecen durante diez días, para luego ser dados en adopción una vez se confirme la recuperación total del animal.
«Actualmente, sólo contamos con dos centros para la atención, acogida, rescate y rehabilitación de los animales, cuyo funcionamiento está concebido para la observación de animales callejeros procedentes de aéreas de controles de focos positivos a rabia.
«En estos momentos ambos están inhabilitados en espera de reparación y mantenimiento. Uno de ellos, ubicado en San Cristóbal, fue afectado tras el paso del Huracán Ian, cuyas acciones de rehabilitación están aprobadas en el plan de la economía del municipio y se prevé su ejecución próximamente.
«Mientras, en San Antonio de los Baños está pendiente la aprobación de su reparación dentro del plan de presupuesto para el próximo año».

habitan en la calles / Foto: Otoniel Márquez
El escenario, aunque alentador, no dista del encontrado por un equipo de este semanario que investigó en 2018 la situación de los animales que habitan en las calles. En todo este tiempo tampoco se solucionó la problemática del carro de captura, el cual no reúne los requerimientos elementales para el manejo de estas poblaciones.
Argudín Somonte aclara que, pese a las dificultades, en la provincia se establecen coordinaciones a través del ministerio de Salud Pública con la dirección provincial de La Habana para ejecutar las acciones necesarias solo en las áreas de focalidad positiva.
No obstante, la idoneidad de estas instituciones debe ir más allá de su concepción sanadora. Las mascotas, muchas veces no están ajenas a los costos de la migración que hoy vive el país y ante la salida al exterior de sus dueños, no encuentran seguridad en manos de amigos o familiares y corren el riesgo del abandono y el maltrato. ¿Por qué no contar con centros para guarecer animales sanos?
Es hora también de que los gobiernos locales aprovechen lo suficiente las oportunidades que les brindan sus carteras de proyectos de desarrollo local, colaboración internacional o inversión extranjera, en pos de brindar una solución eficaz a una polémica real que ya no está acorde con la política de gobierno.
Las leyes son creadas para regular determinadas conductas humanas y lograr una convivencia armoniosa. El bienestar animal en Cuba era necesario, pero llegó con los días más grises de la covid y el recrudecimiento de la agresión económica y política del bloqueo contra la Isla.
No obstante, son muchos los factores que intervienen en la construcción de este estado ideal deseado. En Artemisa hemos encontrado muchos eslabones sueltos que deben necesariamente unirse y sumar a otros en pos de la promoción, concientización y educación ciudadanas.

artemiseño es común
encontrar perros
callejeros / Foto: Otoniel Márquez