Con el propósito de mitigar los impactos por un brote de influenza aviar -tras declararse recientemente la presencia de la enfermedad en la zona del Jardín Zoológico capitalino- es prudente poner en alerta y protección anti epizoótica no solo a La Habana, sino a las provincias Artemisa y Mayabeque.
Particularmente, Caimito es corredor aéreo de aves migratorias por lo que el virus constituye un peligro manifiesto ya que cada año miles de estas sobrevuelan el territorio entre una temporada y otra, según explicó René Naranjo Torres, especialista principal de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en el municipio.
“La mayor fuente de contaminación aviar llega en las patas, heces… o al hacer estancia -de uno o dos días- en cualquiera de los espejos de agua de la localidad: La Coronela, lamicropresa Aeropuerto, el embalse Menelao Mora, la micropresa Catalina, el río Capellanías…”, aclaró.
¿Qué pasa con Caimito? Al ser una localidad agropecuaria cuenta con numerosas granjas avícolas: la de Menelao Mora; dos en Guayabal, la Miguel Perera y la González Brito, ambas de patos; la Domenech en la doble vía del entronque de Guayabal, de ponedoras; la Michurin de faisanes y codornices; la Juan Pedro Carbó en Rancho y la Francisco Bravo en Pueblo Nuevo,ambas de reemplazo de ponedoras.
Si ocurre una infección en alguna de estas, la cadena de producción del Centro Avícola Nacional (CAN) se rompe; además, los autoconsumos de la Unidad Agropecuaria Militar (UAM), de Capellanías o de las otras instalaciones locales, como la de la Loma del Esperón, incluso la Escuela de Cadetes pueden afectarse.
En el caso de la agricultura urbana, suburbana y familiar de autoconsumo, así como los criaderos de aves –identificados o no-, incluidas las palomas, también están en riesgo, comentó Naranjo Torres.
“En caso de detectarse un foco de esta índole, el porcedimiento a seguir establece proceder con la cuarentena, sacrificio e incineración, para evitar la propagación de la infección. Es tan drástico, desde el punto de vista veterinario y de sanidad, que equivale a perder toda la población avícola del territorio… por eso es importante la prevención.
En caso de epizootia, las unidades agrícolas tienen que tener un acta de cooperación con el Citma, Recursos Hidráulicos y Planificación Física, que coordine y localice dónde serán ubicadas las fosas de enterramiento, y activar el sistema que está previsto y la Defensa Civil”, amplió.
En este contexto, la dirección de salud animal y la vicepresidenta de la Asamblea Municipal tienen una gran responsabilidad; a propósito, Yasmany Díaz Hernández, el Intendente, corroboró que de inmediato van a reunirse con los productores.
Es imperativo reforzar el servicio veterinario en el territorio, el pesquisaje activo en consejos populares urbanos y rurales, e incrementar la inspección sanitaria en las granjas productoras para prevenir y detectar posibles brotes.
El pasado 7 de febrero el Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa) del Ministerio de la Agricultura declaró oficialmente ante su homólogo internacional la presencia de influenza aviar en Cuba, detectado en aves silvestres en el Zoológico de 26.
Entre las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias para contener el brote se contempló la cuarentena y clausura temporal del parque metropolitano.