Fue el 29 de noviembre de 1957, cuando, en Santiago de Cuba, un combate dejaba perpetuado en la historia a uno de los más valerosos hijos de Artemisa, Patriota Insigne de esta provincia, de ahí el rindir homenaje al también moncadista en el aniversario 65 de su caída física.
En el Mausoleo a los Mártires de Artemisa el mismo 29 se reunirán familiares, amigos, vecinos, representantes de centros laborales que se prestigian con su nombre, estudiantes de las diferentes enseñanzas, para quienes Ciro es ejemplo, y allí una velada cultural lo traerá más vivo por suvalor e hidalguía.
Sitiales históricos, trabajos voluntarios, intercambios acerca de su vida y obra, el epistolario que nos deja, incluso hasta la cruz que un campesino colocara donde cayó en combate el artemiseño, póstumamente ascendido a Comandante, serán parte de las acciones que harán que Ciro, esté entre nosotros.
A su casa natal en la barriada del consejo popular La Matilde, del municipio Artemisa, a su hermano Sergio y las fotos que guarda como patrimonio familiar, a los lugares donde estudió y trabajó, ambos ubicados en el bulevar de la ciudad cabecera, también llegará el homenaje de un pueblo que tiene memoria, y trae hasta el presente al amigo del Che, de Fidel, de Ramiro, a quien combatió en el Moncada y vino entre los 82 expedicionarios del Granma.
Hasta el 9 de diciembre, aniversario 91 del nacimiento de este gran hombre, la Universidad de Artemisa Julio Díaz y la Facultad de Ciencias Médicas, junto con la Unión Nacional de Historiadores, en la provincia, el Museo Manuel Isidro Méndez, el Mausoleo, los combatientes de la
Revolución Cubana, entre otros, revitalizarán la historia para concretar más la identidad por nuestro patriota insigne.
Que la Uneac y la AHS se sumen con su talento, que los medios de prensa se hagan eco de tanto ejemplo, que el libro, Ciro, capitán del pueblo retorne a la ciudad que lo vio nacer, son otras pretensiones, pues se lo debemos por su legado al Ciro de ayer, hoy y siempre, al Ciro, que está aquí y en toda Cuba.