La legendaria tenería José Ramón Martínez Álvarez, de Guanajay, acepta el desafío. Sus trabajadores saben que es posible: desde sus instalaciones bien pueden aportar; potencialidades siempre han tenido, pues vestirse, calzar y lucir no dejarán de ser prioridades de la humanidad a tono con sus estilos de vida y las satisfacciones inherentes a nuestra especie.
Por eso, el colectivo guanajayense no solo espera cumplir, sino rebasar su plan de exportaciones, ascendente a más de 531 000 unidades físicas de piel salada, informó Lidia Haymé Campoalegre Viego, directora de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Occidente de Tenerías y Pieles.
Satisfacer encargos internos y contribuir a producciones encadenadas que asumen en otras manufacturas, constituyen propósitos acordes con el arduo batallar de 45 trabajadores directos en la fábrica.
De sus maquinarias envían cueros a dos destinos principales: México (actual socio extranjero) y clientes propios como el Centro Nacional de Ortopedia Técnica Cuba-RDA, la Empresa Deportiva Batos, Calzado y Thaba.
“Paulatinamente pretendemos incorporar nuevas líneas a nuestro objeto social. Este año agregamos el plan de piel de pelotas de béisbol. No es nada fácil: los equipos con los que contamos no son limpios; aun así, realizamos ajustes, enviamos a prueba una primera cantidad, y ya tenemos la autorización para seguir produciendo.
“Con la fabricación de esa piel blanca contribuimos a la sustitución de importaciones. Antes se adquiría en el extranjero; por tanto, ya estamos respondiendo al llamado de estos tiempos. Al comienzo vendimos 22 unidades físicas, y en la actualidad 40 hojas de 1,2 metros.
“La piel Wet Blue sí hemos tenido dificultades para exportarla; al parecer, su color y textura no llaman la atención del mercado internacional. Después de un análisis decidimos tratarla, y hoy se vende a fábricas cubanas con buena aceptación.”
El asunto es no rendirse, sino buscar alternativas, atemperarse a la dinámica del momento. Única de su tipo en Artemisa y entre las pocas de toda Cuba, la tenería guanajayense prefiere ir por más: pretende próximamente incorporar la piel equina, cuyo empleo destaca en la confección de zapatos, botas, caretas, guantes y protectores de béisbol.
No solo el colectivo de la tenería José Ramón Martínez Álvarez sino otros muchos han de entender cuántas posibilidades no identificadas o debidamente explotadas existen… y que, a la par de tantos interesados en nuestros productos, igual nosotros necesitamos que nos compren, para crecer.