Cual manantial inagotable de riquezas, frente al papel en blanco el guionista vuelve a proyectar sus ideas, y pone en marcha el proceso creativo. El asesor guiará con certeras recomendaciones cambios esenciales en el mensaje radial que el locutor fundirá luego en su voz enamorada.
Y aunque líneas muy finas dividen una fase de otra, en la planificación de la producción radiofónica director y realizador de sonido emprenden la misión de moldearla arcilla y devolver una pieza única y particular, al unir voces, música y efectos.
Una rutina similar encara el equipo de profesionales que tiene a su cargo la producción del programa Profeta de la aurora, realización de Radio Artemisa que este 24 de febrero celebrará su quinto aniversario.
Desde el compromiso, la responsabilidad y el sentido de pertenencia, El profeta, como cariñosamente le llaman sus hacedores, busca revelar en su humanidad la figura de Fidel, para mostrarlo en diferentes facetas de su vida.
Bajo la pluma de Reinier del Pino Cejas y la dirección de Yaima Pérez Concepción, suman 199 programas los sintonizados cada viernes a las 7:30 de la mañana por la frecuencia de nuestra emisora provincial.
Los primeros episodios dedicados a los años de la infancia y la juventud, ahondaron en la relación del líder de la Revolución cubana con su madre, sus hermanos, la familia.
El grupo creativo formado también por la asesora Danielis Carmenate, la voz de Roberto Arteaga y el realizador de sonido Darlyn Limonta, profundizó en la relación del Comandante con la cocina, los tejidos y el amor.
Llegaron hasta personas y personalidades que guardan celosamente entre su anecdotario historias entorno a la figura del barbudo.
En este andar indetenible, estremecieron los versos que desde Caimito dedicara al profeta el niño invidente Lázaro Liam, quien no necesita de su visión para entender la dimensión de quien fuera, además, un soldado de las ideas.
Asimismo, sobresale la historia de Ricardo Santana, el artemiseño que rescató a Fidel al final de la acción del 26 de julio de 1953, un producto radial de una sensibilidad artística marcada, a partir de los testimonios en la voz del moncadista, que lo hicieron merecedor del Gran Premio en el Festival Provincial de la Radio y la Televisión.
Sin embargo, no son los galardones los que enamoran cada día a sus creadores. La investigación constante, el trabajo de fondo, la creatividad a flor de piel, la mente siempre activa para idear nuevas maneras de seducir al oyente, hacen de este espacio hecho para el homenaje una fuente viva de amor y conocimiento.
Pasarán muchos años y, desde la Villa Roja, El Profeta seguirá sorprendiendo a radioyentes y aficionados. Porque es muy vasto y amplio el sentir alrededor de este hombre de inevitable presencia e inmortalidad probada. Porque tanta gratitud no puede contenerse. Porque Artemisa levanta la voz en su nombre.