Dora Cala Roque llegó desde Pinar del Río hasta el Hospital General Docente Comandante Pinares, en San Cristóbal, con una deformación de las rodillas que le hacía sufrir mucho dolor, dificultades en la movilidad y deformación de la columna, en busca de mejorar su calidad de vida mediante la terapia con células madre, un procedimiento que allí ha ayudado a muchos como ella.
“Hace dos años comencé el tratamiento y la evolución ha sido increíble, no podía caminar ni dormir de los dolores; rápidamente sentí la mejora y es tan fácil, sacarme un poco de sangre como si fuese a hacerme un análisis. También hice fisioterapia, indicada desde aquí, y recuperé la flexibilidad”.
El doctor Pedro Marcelo Cruz Sánchez explica que fue posible controlar la deformación. “La primera vez se aplicó dos veces la terapia. Ahora, al pasar dos años, solo una vez. Antes no podía mover ni el músculo y ahora sí. No es doloroso el tratamiento, se hace en el día y lo mejor: ha sido una alternativa efectiva a la cirugía, a lo que ella siempre tuvo temor”.
Mientras, Raquel Concepción Pérez, paciente de Bahía Honda, de 66 años que padece una condropatía grado 3 de rodilla bilateral, confesó que llegó muy mal. “Ya puedo caminar, ha sido prácticamente un milagro”.
Nos cuenta el doctor también de Mercedes, una paciente de Guanajay que: “llegó con problemas para la marcha, usaba bastones y ya se desplaza sola. Ella trabaja en la agricultura y ha podido incorporarse a sus labores cotidianas. Desde el punto de vista radiológico también el resultado es muy positivo”.
La medicina regenerativa distingue a este hospital a nivel de país, cercanos los 20 años de su puesta en práctica, pues desde 2007 comenzaron a capacitarse especialistas que paulatinamente fueron aplicando sus principales presupuestos, mientras transcurrían en Cuba los ensayos precisos para la implementación.
En 2009 surgió como grupo y consulta multidisciplinaria de Medicina Regenerativa, un sistema capaz de mantenerse en el tiempo y evolucionar con nuevos tratamientos. El doctor Porfirio Hernández Ramírez, lideró estos proyectos en la nación , en tanto la doctora Anadely Gámez Pérez, también desde la especialidad de Hematología, impulsó en el Comandante Pinares el estudio de esta práctica y sus beneficios, con la implantación de células madre a los pacientes de su consulta; luego se le fueron uniendo otros servicios.

Caminar y recuperarse del dolor
En el caso de Ortopedia, desde 2009 comenzaron los tratamientos a la osteoartritis de rodilla, cuenta el doctor Pedro Marcelo Cruz Sánchez, quien ha podido constatar las ventajas de una terapia que a corto plazo evidencia una mejora clínica notable y aunque requiere más tiempo para el cambio radiológico, la regeneración del cartílago es bastante rápida también.
“Es un proceder que revierte el envejecimiento de la articulación. Desde los inicios de su implementación hasta ahora se han atendido más de 3 000 pacientes y sobre el 70% ha mejorado de manera significativa”, apuntó.
Esta práctica se aplica en casos de osteoartritis y condromalacia, en retardos de la consolidación de las fracturas, necrosis vascular de la cabeza del fémur, epicondilitis, seccionitis del tendón de Aquiles, fibromatosis plantar, espolones calcáneos, las bursitis, etc.
La osteoartritis de rodilla es la primera causa de invalidez en Cuba actualmente y Artemisa es la segunda provincia más envejecida del país, por tanto, prevalecen estas patologías. Con la medicina regenerativa se evitan, antes del grado cuatro de la escala, las cirugías en deformidades angulares mecánicas.
En un por ciento elevado se recupera funcionabilidad y movilidad del miembro y desaparece el dolor.
“En la década del 2000 se puncionaba la médula ósea, luego se aplicaba el producto cubano Leucosín a fin de estimularla y que circularan al torrente sangíneo las células madre para obtenerlas de la sangre periférica con una extracción. Recientemente tenemos otras técnicas asociadas al uso del plasma rico
en plaquetas y el lisado plaquetario que es un proceder distinto y menos costoso, al no precisar del producto estimulante”, explica el doctor Cruz Sánchez.
Luego de tratamiento, la fisioterapia es clave. El doctor Jorge Luis Pedrera Valdés, especialista de primer grado en Medicina Física y Rehabilitación, aclara que todos estos pacientes, especialmente los de Ortopedia, después de la infiltración y el reposo corresponde evaluar e indicar la rehabilitación.
“Son tratamientos personalizados y dependen de las enfermedades asociadas. Se le indican al paciente y lo puede hacer en su área de Salud y en otros casos las puede realizar en la casa. Pero la disciplina es fundamental”, añade.
Más campos y soluciones milagrosas
Dentro del grupo de medicina regenerativa se encuentra también la especialidad de Urología. El doctor Antonio Lamela Testa aclara que su labor en este sentido, consiste en la infiltración de células mononucleares adultas y autólogas a pacientes con la enfermedad de Peyronie (afección que provoca la formación de tejido cicatricial en las capas profundas de la piel del pene y causa erecciones curvas y dolorosas, y puede hasta acortarse).
Desde el 2009 aplica esta terapia que hasta hoy no tiene un tratamiento convencional efectivo. Aunque el período de solución depende del paciente y su fisiología; incluso, si no se revierte, a menos se controla y no pasa a estadíos más avanzados.
Los pacientes salen satisfechos, asegura. “Algunos habían intentado otras terapias, sin resultados. Aquí hemos atendido hombres de varias provincias del país. La infiltración es cada tres meses”.
Añade que “es una alternativa superior en eficiencia a los tratamientos convencionales. Sí es algo muy trabajoso porque hay que estimular la médula y luego aplicar vacunas para la recuperación, pero los resultados son alentadores; a los seis meses, es notable la diferencia en una enfermedad que provoca prejuicios al respecto y el paciente en muchos casos la oculta”.
Por otra parte, Angiología es una de las especialidades pioneras a nivel de país y en el hospital Comandante Pinares, desde el año 2012 hasta 2022 se ha llevado a cabo un estudio riguroso, sobre la efectividad de la fibrina rica en plaquetas y leucocitos en el tratamiento de úlceras posflebíticas. Se trata de la aplicación de un concentrado plaquetario de segunda generación que ha dado excelentes resultados.
El doctor Juan María Arteaga explica que “se implementa de esta manera y resulta eficaz. El mecanismo actuante permite que en una semana cicatricen las úlceras en la mayoría de pacientes posflebíticos, otros requieren 15 días aproximadamente”.
Los pacientes posflebíticos son aquellos que padecieron trombosis venosa en las piernas y como lesión crónica o secuela, les queda una úlcera en esa zona. Este se convirtió en tratamiento ideal, novedoso y prácticamente no deja huella visible, además de no tener contraindicaciones ni reacciones alérgicas asociadas, según aclara el especialista.
Añade que todas estas “son prácticas que hemos ido perfeccionando, desde que comenzamos con la implantación de células madre, en el año 2007. Ya logramos el sueño de una consulta integral de Medicina regenerativa, liderada por la Doctora en Ciencias Anadely Gámez Pérez, a solicitud del doctor Porfirio Hernández”.
Hoy el trabajo con estas células también constituye tema de investigación de tesis en opción al grado de Doctores en Ciencias Biomédicas, pero la mayor satisfacción, aseguran, es haber mejorado la calidad de vida a tantos pacientes con este método.



