Belkys Castro López, vecina de Guayabal, en Caimito, lo explicó de manera precisa: la Empresa Cítricos Ceiba le ha prestado un tremendo servicio al pueblo, al eliminar el basurero que se había formado (un foco de enfermedades) y poner un punto de venta donde el pueblo puede comprar alimentos a buen precio.
“Es un alivio, porque somos humildes; no todo el mundo tiene la posibilidad de pagar altos precios. ¡Y qué livianos son trabajando; cercaron enseguida! ¡Deja que todos se enteren de este lugar!”, advirtió.
Justo al pie de la llamada Doble Vía, la peligrosa esquina del basurero, el sitio tan proclive para el desarrollo de arbovirosis como el dengue y chikungunya, entre otras, fue despojado de desechos por trabajadores y directivos de la empresa citrícola.
Ahora quienes transitan por esa carretera se detienen, primero a observar cómo cambió el entorno, ya sin inmundicias; luego a escrutar el contenedor que se yergue allí, de lado a lado; y, finalmente, acuden a comprar los productos en oferta.
Bien coincidieron todos en celebrar sus precios, más cercanos al bolsillo que los habituales entre carretilleros y otros vendedores particulares: el arroz a 180 pesos la libra, el tomate a 80, el pepino y la col a 50, la calabaza a 35 y tanto la lechuga como la acelga a 30, resultan una gran noticia para los pobladores de Guayabal.
Por si no bastara, Aytelis Enríquez Rondón, la jefa del Colectivo Laboral 26 de Julio (perteneciente a Cítricos Ceiba y responsable del punto de venta), señaló que, próximamente, dispondrán además de guarapera y cafetería, en el propio contenedor.

