La Empresa Agroindustrial Azucarera 30 de noviembre recibió la visita del vicepresidente de la República de Cuba, Salvador Valdés Mesa, en medio del proceso de preparación para la próxima zafra.
Por el área de Sonda inició el recorrido, una de las que ya está lista para el comienzo de la inminente campaña azucarera, que implica a los ingenios 30 de noviembre, de San Cristóbal; y Harlem, de Bahía Honda.
Valdés Mesa se preocupó por la calidad de la caña, en estos momentos con una pureza entre el 79 y el 80 por ciento (%). Conoció que se suministraron 30 mil litros de petróleo a Bahía Honda y se trabaja por garantizar aquí los 5 mil litros que se precisan a diario, para la primera etapa de la contienda, con inicio previsto el 20 de enero.
Intercambiaron además sobre el Lebame como bioestimulante de producción nacional, muy demandado por productores cañeros y también en los cultivos varios. Se aplican 5 litros por hectárea y se comercializa a 20 pesos el litro para los cañeros y 27 para el sistema de la agricultura.
El área de control de caña también están listas con las pesas certificadas y el trabajo organizado. Este año se sembraron 700 hectáreas (ha) más que en todas las etapas del último quinquenio, 1170 ha hasta el momento y restan poco más de 100 para cumplir el plan.

En el área de vasculador intercambiaron sobre el estado de los cinco molinos con que cuenta el central, además de uno de respuesto y la capacidad de molida, actualmente de 5 mil toneladas diarias. El problema fundamental es la disponibilidad de la caña.
Ya culminan las labores en las masas para activar el molino 2 y el 3 para lo que cuentan con todos los recursos según el análisis durante el intercambio.
Aquí insistió en la programación de corte y en un mejor trabajo con la semilla para cambiar la estructura; el rigor con el riego y el drenaje, así como la pertinencia de acercar la caña al central desde los planes de siembra.
Se preocupó por los trabajadores enfermos por arbovirosis y el aporte energético, que se comporta entre 500 y 700 kilowats, supo sobre la ruta crítica para la reparación de las calderas.
El área energética es prioridad del ingenio, aseguró su director, y explicó que montaron una máquina para fabricar pastillas de amianto y que todas la tuberías queden correctamente selladas. Otro tema del debate con los trabajadores, fue la necesidad de generar divisas para autoabastecerse.
En un segundo momento se reunieron de manera ampliada con decisores de la agroindustria, que informaron sobre el estado de los preparativos en Bahía Honda, San Cristóbal y Artemisa para el arranque de la zafra.
Se presentó y discutió el plan técnico económico ante lo que explicó el vicepresidente: «la caña es lo más importante del proceso», donde existe un potencial de 23 mil hectáreas y se puede emplear el riego por gravedad en 7000 ha de ellas.
Por eso, se trabaja en la actividad de riego y drenaje en pos de la siembra para el próximo año, 300 para la campaña de primavera y el resto de invierno. El análisis sobre la siembra se hace en las 21 base productiva con que cuenta la provincia. Ya se prepararon 25 bloques de drenaje parcelario.
Se cortó y se pagó toda la caña a los productores este año y ahora se implican también en la producción de alimentos, arroz principalmente. El vicepresidente insistió en producir la proteína que se consume.
En la industria se relizan pruebas parciales, sobre todo en casas de caldera, está previsto efectuar las pruebas de zafra el día 5 y el día 15 para arrancar el 20 de enero. La preparación está al 92 % del cumplimiento.

La situación electroenergética afecta lo programado aunque al cierre de la anterior zafra quedó listo el 66 % de los equipos de la industria para esta nueva etapa.
Sobre la maquinaria agrícola supo sobre el atraso en la mecanización y las medidas por las soluciones.
Al cierre, visitaron los cultivos de la UEB de producciones y servicios agropecuarios 30 de noviembre, dedicada a la siembra estatal en tierras ociosas recuperadas por colectivos laborales cañero-azucareros, así como de la CPA 14 de de junio, donde intercambió con el productor Amado, que tiene como meta la siembra de 400 hectáreas de caña y va por buen camino.
Generalizar buenas prácticas en este sector, resulta clave para el éxito inmediato y la recuperación definitiva.




