Algunos ni lo conocen. Para otros resulta su brújula imprescindible. Y ahora ya va creciendo el número de quienes deciden ignorarlo. Lo cierto es que en El Toque se han autotitulado analistas del comportamiento del mercado informal, e intervienen en la guerra informativa contra Cuba… mediante una manipulación que nos desprecia.
No entraré en el debate sobre el alcance del susodicho sitio web, en los vaivenes del mercado cambiario informal y la devaluación intensiva del peso cubano. ¿Consiguen por sí mismos sus propósitos manipulativos? Esa será cuestión de economistas y otros estudiosos.
Pero de que lo intentan no cabe duda alguna. Yo mismo he visto subir el precio del dólar a razón de cinco pesos diarios durante toda una semana, sin la ocurrencia de ningún suceso trascendental ni detonante alguno.
No es un secreto para nadie la situación actual del país: la crisis económica y de desabastecimiento, la escasez de divisas y falta de acceso a créditos internacionales (debido a la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo), así como la profunda herida al poder adquisitivo de los salarios.
Solo que esa precariedad no se agrava de lunes para martes, de miércoles a jueves… o de viernes a sábado. Queda al descubierto la intencionalidad en alimentar la especulación y disparar precios que reducen considerablemente la capacidad del salario, las pensiones y otros ingresos.
La máscara cayó cuando el dólar ya rozaba los 500 pesos y comenzaron las denuncias contra una tendencia alcista desenfrenada sin motivos: la moneda estadounidense sufrió una caída estrepitosa que detuvieron antes de regresar a los 400… y, tras una pausa, reinició la escalada.
A estas alturas, no pocos se han alineado para no escuchar El Toque. Porque sus campanas solo anuncian incertidumbre.
Irrita su desprecio al sentido común. ¿Quién los acreditó para medir diariamente los flujos de precios minoristas y mayoristas en un panorama tan complejo como el nuestro, encima mediante datos tomados de las redes sociales?
Por supuesto, ante la ausencia de información y la inamovilidad de las tasas oficiales (a contrapelo de la realidad), El Toque llenó ese vacío. ¿Cómo? Con tasas especulativas que alimentan el mercado informal, el estrés financiero, la ansiedad y sensación de caos, y perjudican al cubano trabajador.
Tampoco pierden oportunidad para culpar de la inflación al gobierno cubano, en tanto minimizan el daño del bloqueo de Estados Unidos contra la gente de este archipiélago… y su proceder lacayuno atrae para sí mismos los dólares destinados a la subversión por la Casa Blanca.
Sí, porque quienes pretenden erigirse en observatorio financiero… reciben dinero del gobierno de Estados Unidos, dependen de tales fondos y hasta reconocen públicamente su cooperación con la Embajada yanqui en La Habana, aunque niegan que eso influya en su política editorial.
Violan la legislación cubana, al aliarse con el enemigo y sumarse a su guerra mediática. Atacan el bolsillo de los cubanos. Pero, por el contrario, se presentan como víctimas de una campaña para desacreditar su nada seria Tasa Representativa del Mercado Informal. ¡Lo que hay que oír!



