En Cuba, la Constitución de 2019 no es un documento decorativo. Es el marco que protege la estabilidad económica, la seguridad social y la tranquilidad de la población.
Por eso, cuando circulan tasas informales y especulativas que pretenden “orientar” el valor del dólar sin controles, sin transparencia y sin responsabilidad, no estamos ante un simple dato digital. Estamos ante un fenómeno que roza límites constitucionales esenciales. Hoy, El Toque y sus acciones conducen a eso.
- Atentan contra la Seguridad Económica y Social del País
La Constitución reconoce que el Estado tiene la obligación de proteger a las familias frente a prácticas que generen inestabilidad económica.
Una tasa inventada a partir de reportes anónimos o intereses privados no ayuda a comprender la realidad. Por el contrario, la distorsiona, alimentando la especulación y empujando precios que afectan directamente el salario, la pensión y la canasta básica.
- Afectan el Derecho a la Información Responsable
La libertad de expresión no ampara la producción de datos sin verificación, sin trazabilidad y sin compromiso con la verdad. Quien difunde cifras que influyen en decisiones económicas colectivas —como el cambio de divisas— asume una responsabilidad social que no puede ignorar.
Publicar tasas sin método, sin controles y sin rendición de cuentas contradice el deber constitucional de informar con claridad y veracidad, indispensable para la vida económica del país.
- Dañan los Derechos del Consumidor
Cuando un ciudadano cambia dinero, compra, vende o ahorra guiado por números que no reflejan la realidad, su derecho a la protección frente a información confusa o engañosa queda vulnerado.
Las tasas especulativas inducen decisiones irracionales, alimentan el mercado informal y perjudican al cubano común, que queda a merced de rumores digitales.
- Afectan la Estabilidad del Estado
La Constitución establece que el Estado socialista tiene como fin garantizar el bienestar y la justicia social.
Derrumbar expectativas económicas, fomentar desconfianza y estimular comportamientos especulativos entorpece la capacidad del Estado de cumplir ese mandato. No es inocente. No es casual. No es ajeno a las consecuencias.
- Impactan la Paz y la Tranquilidad Ciudadana
En un contexto de vulnerabilidad económica, la incertidumbre es un daño real. Una tasa que sube porque alguien la publicó —y no porque existan transacciones reales suficientes— genera ansiedad, estrés financiero y sensación de caos.
La Constitución protege la dignidad y la tranquilidad del pueblo cubano. La especulación disfrazada de “dato” va justamente en sentido contrario.
Teniendo en cuenta lo anterior, el mensaje es simple. En Cuba, la economía es un asunto serio, constitucional y profundamente humano. Las tasas informales no reflejan la realidad, sino que la manipulan. Y cuando se manipula la economía, se afecta al pueblo, a sus derechos y al proyecto social que hemos decidido construir.
Cuba necesita información rigurosa, transparente y responsable. No números improvisados que siembran incertidumbre y alimentan la especulación.

