Ella publicó aquella crónica que todo periodista hubiera querido escribir sobre nuestra profesión. Al menos yo, he llevado siempre en el corazón sus palabras como faro. Y sería inapropiado referirse a los disímiles premios de María de las Nieves Galá León, cuando el esencial ni siquiera puede contarse, con tantos a quienes llega.
Periodista de academia, es autora de libros que nacen de sus herramientas de investigadora y la pasión hacia su natal Artemisa. Culpa de todo a crecer con la historia al alcance de la mano, muy cerca de Fidel Labrador García, asaltante al cuartel Moncada.

Algo muy poderoso la aferra a este mundo de testimonios, entrevistas, crónicas y reportajes.
“El amor por la profesión. Sin ese elixir no es posible ejercer el periodismo. No es solamente la vocación; tiene que existir convicción de lo que haces.
“Son muchos los colegas que en circunstancias muy complejas se mantienen fieles a su labor. Contar historias y escudriñar en la verdad se convierte en una misión de vida.
“El periodismo no es para lucrar; exige entrega, superación constante, compromiso con la verdad. Es una forma de cuidar la memoria colectiva y el proyecto que defendemos”.
-¿Y qué hace brotar de Artemisa tantos buenos periodistas?
“Será la fertilidad de su bendita tierra. Hay buenos periodistas como también buenos maestros, médicos, ingenieros, científicos, artistas…
“Sin dudas, como en el resto del país, el triunfo de la Revolución permitió que personas muy humildes pudieran acceder a la educación y convertirse en profesionales. Soy uno de esos casos. No hubiera sido posible que una guajirita de Pijirigua se convirtiera en periodista.
“Esta es una profesión de superación constante, de no creer que has llegado a la cúspide; todos los días se aprende algo nuevo, mucho más ahora que tenemos el reto de dominar las nuevas tecnologías”.
-¿Qué no puede faltarle a un buen texto periodístico?
“Alma. Sin eso, las palabras se quedan en la superficie. Es el sentimiento y la mirada única de quien escribe lo que puede convertir el texto en algo muy particular, que hace posible conectar con el lector o el oyente.
“Es importante que el texto periodístico tenga un titular impactante, un lead atractivo, que las ideas sean expresadas con claridad y sin repeticiones. Pero lo que no puede faltar es el sentimiento en lo que se escribe, y eso marca la diferencia entre un texto que solo sea informativo y uno hondamente humano.
“En ocasiones, atiborramos al lector con una carga de datos fríos que pueden informar, pero no llega a conectar con el público, porque no toca el corazón.
“Me gustan mucho los testimonios. Una frase, una historia de vida, humanizan el hecho y exponen con profundidad lo que quieres decir”.
-¿Cree que las redes sociales sepultarán al periodismo impreso?
“Las redes sociales han transformado el entorno informativo. Sin embargo, no creo que sepultarán el periodismo; sería simplificarlo demasiado.
“Ciertamente, hoy cualquier persona con un celular reporta un acontecimiento en tiempo real: se ha dado en llamar Periodismo Ciudadano. Eso impone inmediatez, pero no siempre tiene el rigor y verificación necesarias. Al periodista le corresponde investigar, contrastar fuentes, abundar en la información y darle seguimiento al hecho.
“Los medios de comunicación siguen siendo referentes para confirmar lo publicado en las redes. Más que una sustitución se vive una transformación”.
-Si fuese a entrevistar a quien ha sido su ídolo en el periodismo, ¿cuál sería la pregunta principal?
“De poder entrevistar al escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, le preguntaría: ¿podrá la inteligencia artificial sustituir a los periodistas?”
Por supuesto, María de las Nieves, alguien que escribe con el alma, bien sabe la respuesta.
