En una realidad permeada de dificultades –incluso antes de salir el sol hilvanar soluciones debe ser una constante. Así lo hizo la Empresa provincial Escolares Artemisa, ante la ingente necesidad de trasladar semanalmente a estudiantes universitarios del territorio que reciben docencia en La Habana.
Desde el primer domingo de septiembre se rompió la inercia, y la vivencia regresa cada siete días, siempre el domingo. En la mayoría de los parques de los municipios artemiseños la algarabía de los muchachos con destino a los saberes, sustituyó la monotonía acostumbrada, para abrir camino a quienes andan tras un título universitario, con rumbo a concretar sueños.
Las redes sociales, el principal medio de comunicación de estos tiempos, fue cómplice de Escolares al compartir la noticia. Tal vez, la mejor en mucho tiempo, pues a 80 pesos el pasaje casi era una quimera.
Los criterios de las familias son comunes. Alivia gastos y preocupaciones de los que aún se inspiran en estudiar. Evita el abuso de quienes –aprovechados de las circunstancias– no ponen límites al precio del pasaje habanero, de hasta 700 pesos. Incluso, sin pretenderlo se crean alianzas entre alumnos, familiares y una entidad estatal de y para los escolares.
La primera ruta incluye a jóvenes de San Cristóbal y Candelaria, sigue por la Central artemiseña hasta el puente de la Novia del Mediodía, llega a la Universidad de Ciencias Informáticas, después a la Tecnológica José Antonio Echeverría (Cujae), hasta la Universidad de la Habana. Cuatro recorridos similares hicieron otros cinco ómnibus Diana anaranjados, pero por otras rutas: Casa de Cultura y parque Libertad de Artemisa, el de Alquízar, y desde la Comunidad Nodarse, en Mariel.
Todos transitan decenas de kilómetros con parte de los futuros profesionales de la joven provincia, a quienes se unen los alumnos de la Escuela Nacional y del Instituto Superior de Arte, más, los de la Formación Aduanera y otras facultades citadinas.
¿Y los estudiantes de Bahía Honda? Ciertamente, deberá concretarse una alternativa local para aproximarlos a una de las dos rutas más cercanas, así como otras que apoyen día a día a quienes entran a aulas de la Universidad de Artemisa Julio Díaz y de la Facultad de Ciencias Médicas.
La dirección de Escolares, desde aquel primer domingo de septiembre no solo organiza los recorridos en sus cuatro bases, ahora recibe recomendaciones y responde las decenas de insatisfacciones en la red social Facebook, pues la transportación es de las espinas capaces de impedirnos vivir desahogados, y Escolares no escapa de esa deuda.
Más de 4 300 alumnos y 1 700 profesores artemiseños, solo del sistema de Educación desde la primaria hasta la preuniversitaria, traslada esta Empresa; sin embargo, es insuficiente, y perceptible la creciente necesidad –en horas picos antes de las ocho de la mañana y pasadas las cuatro de la tarde– de lograr mayor comprensión de otros conductores para trasladar, sobre todo alumnos.
A esta noticia de domingo más que darle seguimiento, habrá que acompañarla. Si todas las entidades sean o no estatales, con ómnibus bajo su mando, organizan y aportan, se sensibilizan y suman, en función de todos los educandos sean de donde sean, entonces será transporte más que una noticia de domingo, la noticia de la semana en Artemisa.
 
	    	



