Allí estaba el guerrero del verde más intenso, de las manos más emprendedoras y la voz que representó durante décadas la esperanza del mundo. Por eso no se trataba de una simple jornada de siembra de caña, sino de la mejor manera de celebrar el 99 cumpleaños de Fidel.
En áreas de la UBPC Rigoberto Corcho y otras formas productivas del territorio, desde bien temprano en la mañana, junto a más de un centenar de artemiseños, podía verse al orgulloso profeta del ideal de la Revolución.
Fueron aquellos dedos muy largos, convertidos en numerosas pinturas por Oswaldo Guayasamín, los que sembraron más de 28 hectáreas de caña. Yo mismo lo vi con aquellos inmensos lentes, la boina y el andar ligero, como cuando reconquistaba las arenas de Playa Girón.
Comenta Fran Tejeda Hernández, miembro del Buró Provincial del Partido, que jóvenes, estudiantes universitarios y trabajadores de los organismos del territorio no dudaron en acompañarle, incluso la integrante del Buró Político Gladys Martínez Verdecia, Primera Secretaria del Partido en Artemisa y Ricardo Concepción Rodríguez, el gobernador.
Esa mañana compartieron surcos para asegurar próximas zafras azucareras, en respuesta al déficit actual de azúcar y de abastecimiento de caña al central 30 de Noviembre. Así sucedió en el municipio Artemisa, en Bahía Honda, San Cristóbal y Guanajay, así como en la limpia en Candelaria.
A la par, se impulsó la recuperación de granjas avícolas y de la acuicultura, en aras de la alimentación del pueblo, señala Tejeda Hernández. “Además, saludamos el IX Congreso del Partido y el aniversario 65 de la ANAP”.
Por supuesto, el contexto resultó propicio para la incorporación de jóvenes a la UJC y la entrega de los carnés que los acreditan.
De modo que no podía faltar Fidel, así como regresó al Mausoleo hace unos años, a rendir homenaje a sus compañeros del asalto al Moncada; así como confirmó la importancia de los Joven Club de Computación y Electrónica; así como chequeó el nacimiento de las escuelas en el campo, de Cítricos Ceiba y del Plan Plátano.
Pero algunos no lo vieron. Son esos que extrañan su papel en el porvenir del planeta, esos a quienes asusta la revolución del mundo sin él, como resumen de la resistencia y sueños de muchos pueblos, como máxima expresión de las rebeliones del Sur subdesarrollado.
Bien decía Celia Hart que con Fidel pudimos ser protagonistas del orbe. La revolución cubana fue el único puente que se mantuvo en pie frente al derrumbe del socialismo. Hicimos añicos a Fukuyama y continuamos haciendo historia. Defendimos la revolución mundial, allá cuando los más radicales de todas las tendencias marxistas la daban por perdida.
Lo cierto es que Fidel sí está, donde en lugar de consignas haya sudores y lucha, donde en lugar de estatuas se levanten sus principios, donde las fotos suyas no cuelguen solo de la pared sino de lo profundo del alma… y su dedo índice apunte hacia el horizonte.