¡Quien se casa, casa quiere! ¿Recuerda ese veterano refrán? Lo hemos ido arruinando a pedazos por causas disímiles que alejan a los bolsillos comunes de la adquisición de materiales de la construcción, mano de obra, incluso, hasta de la entrega de parcelas u otros trámites necesarios para ser propietario.
Sin embargo, coloco a un lado esas calamidades, y voy por quienes, a pesar de la contingencia, siguen creando con su talento y profesionalidad en función de la arquitectura y el urbanismo, sin alejarse de la realidad que nos perturba, pero comprometidos con su tiempo.
Auspiciado por la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, (Unaicc), el XV Salón de Arquitectura y Urbanismo 2025, fue muestra de lo anterior, desde el primer paso al escoger el sitio para su desarrollo.
Geidos, edificio de la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería. Uno de los mejores lugares diseñados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), desde donde a cada minuto también se engendran otros tantos espacios vitales en este enclave económico.
Viviendas y alternativas
Más de una decena de proyectos e investigaciones, algunas siendo tesis de grado, involucraron a cerca de 30 ponentes, siendo la construcción de viviendas el tema más recurrente.

¿Sabías que ya se planearon 16 proyectos de viviendas a partir de contenedores marítimos reutilizados, y que también existe la posibilidad de otras sin el uso de acero y cemento y la opción de ladrillos de la producción local de materiales de la construcción?
Desde febrero, una variante de concurso motivó a los profesionales de Geidos a poner su creatividad en función de concretar imágenes atractivas, para reutilizar los contenedores que han entrado al país con la importación de los elementos de paneles para los parques fotovoltaicos, los cuales permanecen en quietud en cada provincia.
Rachel Linares Ortega, es una de las arquitectas, parte del equipo que desde el primer día ha estado junto a otros colegas en esa alternativa, la cual considera polémica, pero necesaria.
Graduada en enero de 2024, y ubicada en la empresa marieleña desde marzo, esta joven siente gran satisfacción, pues ya los grupos de dossier de planos para viviendas, a partir de contenedores con sus trazos y medidas, serán materializados en toda Cuba, y ha podido evaluar como proyectista la ejecución piloto de su propuesta.
Unida a esta opción, también ocupó a los arquitectos de Artemisa diseñar viviendas a base de ladrillos, un elemento que está de moda en cada municipio.
“No son construcciones de este siglo, de ahí la experiencia acumulada a no desestimar. No emplean acero ni cemento, que es lo común”, acotó la arquitecta Keila González Millán.
Ella se unió a otras profesionales en función de esta idea. Explicó que “son construcciones sostenibles por su bajo consumo energético y de recursos, no necesitan medios y obras auxiliares complejas, además de ser fácil el aprendizaje de la técnica de construcción y tener reducido costo económico, sobre todo para asumir con la inmediatez que necesita el programa de la vivienda.
En el mismo trazado
Quiebra Hacha, un asentamiento poblacional de Mariel, motivó la ingeniosidad de los arquitectos. Otro equipo proyecta allí, un corredor cultural, con ideas conceptuales para la construcción de un hotel, tras el fin de alojar educadores, una instalación para el turismo nacional y foráneo, e integrar un centro deportivo, junto a un sitio para el esparcimiento juvenil. Ningún sitio con esa clasificación existe, compartieron jóvenes y longevos miembros de la Unaicc en Artemisa.
El Salón, trasladó también diseños más empoderados como la vivienda unifamiliar de García Garcés, solicitada desde Ciego de Ávila; la estación de carga para automóviles en el otrora Cupet de Peñas Altas, en La Habana, así como los planes de ordenamiento urbano en sectores de la ZEDM, que no detiene su visión futurista.
¿Pies en la tierra?
Ajustarse a las condiciones actuales del país en cuanto a la disponibilidad de recursos, aplicar el uso de energía renovable en función del ahorro, con ejemplos de recolección del agua de lluvia y luz solar, fueron citas comunes en los ponentes, valoró la arquitecta Orlidia Rodríguez Caña, presidenta del jurado, integrado por otros cuatro profesionales de vasta experiencia en el ramo.

El arquitecto Joel Iglesia García, merecedor del Premio de Diseño Arquitectónico 2023 en el XIV Salón Nacional, con el propio edificio Geidos, y miembro del jurado de este XV Salón provincial, resaltó la valía de cada presentación por el compromiso de diseñar y crear acorde a su época.
“A los jóvenes les digo que este es su tiempo para experimentar, equivocarse, escuchar, aprender, pero, sobre todo, el tiempo de soñar sin miedo, sin temer al esfuerzo y al trabajo; y a los de más camino recorrido traslado la gratitud por demostrar que la experiencia no apaga la pasión, sino que la afina.
“Cada plano es una oportunidad para generar impacto. Cada obra una resistencia contra la apatía. Sigamos construyendo, no solo edificaciones, sino también comodidad y futuro”, expresó.
Poco después, cuando todos dejamos atrás a Geidos y al Salón, cuando volvimos a la realidad, al día a día, sabemos que solo la integración de muchos factores pudiera poner a pie de obra los sueños y el talento de los arquitectos, y los necesita esta provincia, quizás como ninguna otra, pero también el futuro.
No habrá mejor mañana que convertir cada línea en una pared, cada trazo en una habitación, y poder cumplir, en parte, con el refrán que encabeza estas líneas. ¡Quien que se casa, casa quiere!