No habrá mejor alimento del mañana como una buena dosis de ayer. Sobre todo si son memorias doradas. Heliodoro Chacón Percival y su peña de judo Roberto Loza Canales, bien saben la importancia de echar sólidas raíces; por eso celebran cada aniversario de la primera medalla de oro olímpica conquistada por un judoca del continente americano.
El miércoles 30 de julio, como cada fecha similar desde 2002, viajan al pasado con el corazón, sin despegar los pies del presente: esa es su fórmula para ganarle días y hasta años al futuro.
Se van hasta el parque principal de Guanajay y realizan una emotiva ceremonia. En cada oportunidad consiguen congregar a muchos que ajustaron sus judoguis con cinturón negro, a amantes de ese deporte, a las autoridades del municipio y a las nuevas generaciones de probables campeones.
Esta vez, premiaron a los chicos de resultados relevantes en los Juegos Escolares Nacionales, a Dylan Enrique Contino Bersach, quien dominó la categoría 11-12 años en la división de los 47 kilogramos del judo, y a los muchachos del taekwondo, dos de ellos también con presea de oro. Así sus triunfos beben fuerzas de quienes llegaron más lejos.
Los motivaron con su presencia Yuniel Pedroso, primer secretario del Comité Municipal del Partido y Vladimir Cordero, presidente de la Asamblea del Poder Popular, así como la campeona olímpica y mundial Sibelis Veranes; Julio Alderete, entrenador principal del equipo nacional y jefe del colectivo técnico; y el profesor José González Phillips, presidente de la Comisión de Historia del Judo.
Tuvieron luego cita con Martí, en el parque que lleva el nombre del Apóstol, donde se tomaron fotos y escucharon al historiador de la localidad hablar sobre su construcción y los valores para declararlo Monumento Nacional.
En la sede del Comité Municipal del Partido, hicieron miembros de honor de la peña a Yineth Paz Hernández, funcionaria del Inder que siempre los apoya; a Pedro Antonio Pérez de Alma, director de Servicios Logísticos Mariel; a Alcides López Labrada, director de la Empresa Cítricos Ceiba; y a Julio Alderete.
“Dedicamos esta actividad, fundamentalmente, a la medalla de oro olímpica de Héctor Rodríguez Torres (Coquito), quien el 30 de julio de 1976, en Montreal, Canadá, se impuso ante la tradición de Asia y de Europa”, afirma Chacón Percival.
“Este es el preámbulo; queremos que el encuentro de 2026 sea el mejor. Solo reclamamos un poco de apoyo, para rescatar el colchón de judo del municipio. Guanajay tiene una tradición que lo merece.
“Lo llaman ‘El pequeño Japón’, pues así como Artemisa ha formado tantos tenistas y Pinar del Río peloteros, de aquí emergen siempre muy buenos judocas.
“Todos los años tenemos muchachos campeones nacionales, en un pueblo tan chiquito. Entre los cintas negras de Cuba, ¡cuántos de Guanajay! La proporción es tremenda, y según los grados también.
“Nuestra peña se trata de tradiciones, de unidad, de no perder la esencia del judo y de respaldar a las nuevas generaciones. Se fundó en 2008. Nos reunimos. Nos ocupamos de los enfermos. Participamos en las actividades políticas. Desfilamos con nuestro pulóver y estandarte. Organizamos conversatorios: integramos a médicos, psicólogos, personalidades… e intercambiamos. Es algo muy bonito.
“En 2026 celebraremos el aniversario 50 de la primera medalla de oro olímpica de un judoca de este continente… y el centenario del mayor atleta de Cuba, que ha sido el Comandante en Jefe. Con esas motivaciones, confiamos que las autoridades municipales nos apoyen a recuperar el colchón y homenajear a Héctor Rodríguez”.
El mejor alimento del mañana es una buena dosis de ayer, de ese en que Cuba puso su nombre a la altura de Asia y Europa, cuando los judocas de este pedazo de tierra en el Caribe comenzaron a arrebatar medallas a los dominadores de antaño. ¡Hagamos que el oro de entonces brille por siempre, e ilumine a nuevos campeones!
