En la entrega de hoy nos acercamos a los adverbios, su uso y otras curiosidades. Debes saber que los adverbios son recursos importantes de la lengua española. Enriquecen el discurso, brindan detalles importantes y proporcionan matices de significado y claridad.
Son palabras versátiles y funcionales que desempeñan un papel crucial en la comunicación. Su función fundamental en la oración es modificar el significado de verbos (camina despacio), adjetivos (muy grande) o incluso otros adverbios (demasiado pronto).
Facilitan detalles acerca de cuándo, cómo, dónde, cuánto, o en qué medida se realiza una acción. Es por esto que se clasifican en varias categorías: tiempo, modo, lugar, cantidad, etc…
Adverbios de tiempo expresan situaciones temporales y responden a la palabra cuándo. Entre los más comunes están hoy, ayer mañana, ocasionalmente, tarde, siempre.
Adverbios de lugar, responden a la palabra dónde por lo que representan algún espacio. Abajo, arriba, allí, delante, acá, son algunos ejemplos.
Adverbios de cantidad responden a la palabra cuánto, expresan una proporción o la medida de algo. Bastante, muy, poco, mucho, demasiado, harto, etc.
Adverbios de modo responden a la palabra cómo, muestran el modo en que se desarrolla una acción. Algunos ejemplos son ligero, mejor, despacio, mal, bien, claro. También son adverbios de modo los adjetivos con el sufijo mente, débilmente, rápidamente, fácilmente, bellamente, entre otros.
También existen adverbios negativos y afirmativos, con el primer caso está relacionada la curiosidad de hoy. Quizás haya dudado de la corrección de las frases “no hay nadie” y “no vino nadie” por aquello de la doble negación. Sepa que, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la doble negación refuerza el sentido negativo de la frase, no lo cancela. Usted puede decir “no vino nadie” o “nadie vino”, ambas expresiones son correctas.
La RAE también destaca que los adverbios nunca, jamás, tampoco y los indefinidos nadie, nada, ninguno, aparecen siempre en oraciones de sentido negativo. Por ejemplo: “Nunca voy al teatro”, “Él tampoco está de acuerdo”, “Nadie lo sabe”, “No tengo nada que ver”, etc.
También reitera que a diferencia del inglés y la Filosofía dos negaciones no implican una afirmación, sino un reforzamiento de la negación.
Los tics verbales o soportes lingüísticos
Seguramente también le ha pasado que mientras habla con alguien, se siente atrapado en una continua repetición de finales de frases que no dicen nada, pero ayudan a nuestro interlocutor a salir del bache por falta de palabras. Las más comunes son: a ver, ¿ves? (que se oye be), dale. También pueden ser frases como: ¿tú sabes? (un calco del inglés: do you say?) ¿me explico?, ¿me entiendes?, entre otras.
Estas expresiones son las conocidas como muletillas, latiguillos o coletillas. Su uso denota pobreza del lenguaje. Su uso se ha convertido en un hábito, o como decía el escritor español Miguel de Unamuno, en una herejía.
Quien usa muletillas padece el síndrome de la abstinencia verbal, pues difícilmente dice una oración que no las contenga y se reiteran hasta el cansancio.
¿Qué palabra tiene cinco letras y si le quitamos tres se convierte once?
Esta pregunta como muchas de las que compartimos, tiene trampas, hay que hacer uso de la agilidad mental. Si tomamos la palabra éxito y eliminamos las letras e, t y o, nos queda xi, que puesto en mayúsculas sería XI, once en números romanos.
Aquí tienes el nuevo acertijo.
Esta vez te voy a poner uno muy, muy difícil: encuentra palabras con cinco ies. Te aviso que encontré cuatro.