Tal como hizo el Charlie en el 2004, 20 años después, las fuertes ráfagas de Rafael avivaron aquel recuento de dolor y pérdidas. Las imágenes de la mañana del 7 de noviembre de 2024, permanecen intactas en la memoria de los artemiseños.
Damnificadas o no, las familias reunidas en las avenidas y calles principales, contemplaban al detalle lo que el viento les dejó. Un total de 20 825 afectaciones a viviendas fue el saldo en toda la provincia, incluyendo todas las tipologías, desde derrumbes totales hasta afectaciones parciales de todo tipo.
Cuatro horas le bastaron para arrancar puertas y ventanas, derribar paredes. Cuatro horas que son una porción de tiempo ínfima, comparada con los meses que han debido aguardar muchos, a la espera de los recursos materiales y monetarios para borrar la huella del siniestro.
La recuperación
El proceso de recuperación marcha a poco más del 60 por ciento (%), con 12 729 afectaciones solucionadas. Están por encima del promedio: Bauta al 88 %, Mariel al 83 % y Guanajay al 66 %. Los más atrasados son Bahía Honda con 43 % y San Antonio de los Baños con 40 %. Paralelamente se han recuperado 919 afectaciones pendientes, causadas por eventos meteorológicos anteriores.
Las mayores afectaciones provocadas por Rafael fueron derrumbes parciales y totales de techo y se dio prioridad en una primera etapa a solucionar estos casos, al ser acciones constructivas que requieren de menos tiempo y cantidad de recursos.
Vivian Liné Domínguez Baeza, directora provincial de Vivienda, señaló que la teja de zinc para cubiertas es el recurso con que menos dificultades han presentado. Los mayores atrasos se concentran en el cemento, los áridos y las viguetas necesarias para la colocación de cubiertas de zinc o de asbesto cemento.
La cantidad de viguetas que entró al inicio fue insuficiente para cubrir la demanda. Se gestiona en estos momentos con la Empresa Forestal para producirlas de madera, precisó.
En la segunda etapa se trabaja por dar solución a los derrumbes parciales y totales de viviendas, contando en primer lugar con los aportes de la producción local de materiales, tanto para las soluciones por vía estatal, como para las de esfuerzo propio. Dadas las carencias de acero y cemento, se proyecta la habilitación de hornos para la fabricación de ladrillos de barro en cada uno de los 68 consejos populares de la provincia, amplió Domínguez Baeza.
Añadió que están a la espera de un donativo que puede aliviar también la situación para las familias afectadas con derrumbes totales. “No se entregará como solución definitiva, pues se considera solo como vivienda refugio, con soporte de lona para paredes. Se entregarán 25 metros cuadrados a los afectados con derrumbe total y que hoy se encuentran en facilidades temporales y necesiten resguardar su estructura, así como a células básicas en ejecución y pendientes de cubierta”.
Nadie quedará abandonado
Ante las preguntas respecto a los casos que requieren de ayuda estatal para la recuperación de su vivienda y de quienes no cuentan con documentación legal correspondiente, asegura la directora provincial que “a todos se les asignan recursos, a partir del trabajo exhaustivo de las oficinas de trámites, los bancos, los factores de la comunidad, delegados de circunscripción, trabajadores sociales y personal de las direcciones municipales de vivienda. Están identificados los tipos de ilegalidades y quienes pueden o no comprar los recursos para recuperar su vivienda».
“Priorizamos los casos que residen en las viviendas durante años y que por determinadas razones no han hecho la tramitación legal requerida. Hemos hecho los análisis pertinentes y se sabe cuáles son los que se van a solucionar con intervención estatal, en tanto residen en las viviendas personas solas y vulnerables económicamente, sin posibilidades de otro tipo de ayuda».
“Las tejas para los damnificados son subsidiadas por el estado al 50 %, a pesar de eso, hay personas que no tienen posibilidades de comprarlas y se les respeta el derecho de hacerlo cuando tengan la posibilidad”, esclareció.
Tras el paso de Rafael, la resolución estableció la mitad de precio del producto de manera general, a pagar por el afectado. Después se definieron diferentes formas de pago y las personas con bajos ingresos tuvieron la opción de adquirir créditos sin necesidad de fiadores.
Para los asistenciados sin posibilidades de llegar siquiera al crédito, la asistencia social les ha subsidiado el costo de su afectación.
Yamilet Proveyer Abreu, gestora de negocios bancarios de Bandec en San Cristóbal, alegó que atendieron a los damnificados de los Consejos Populares Los Pinos, José Martí, Río Hondo y Ciro Redondo. “En cada una de esas oficinas de trámites hubo un representante nuestro que recibía la información y traía a la institución la ficha técnica de los clientes para hacerles su crédito en 24 horas”.
Varios organismos estatales como Azcuba, la Empresa de Cemento, la Agricultura y otros, han realizado también un aporte significativo en esta etapa de trabajo, ayudando a los trabajadores de su sector, facilitando mano de obra, permitiendo condiciones de teletrabajo y apoyando con combustible y medios de transporte para el traslado de materiales.
Sin pausas en San Cristóbal
La certificación de los daños por los especialistas concluyó en este municipio con 661 afectaciones de la vivienda. Inmediatamente comenzó la venta de materiales, de ahí que ya se hayan solucionado 405 casos, pese a las interrupciones por la indisponibilidad de recursos como vigas, ganchos, y cemento.
Entre las demarcaciones con más afectados estuvieron Río Hondo, José Martí, San Cristóbal 2 y Los Pinos. En estos lugares se vendió a los afectados planchas de zinc, vigas, gravilla, bloques de barro, cemento, arena artificial, tuberías para instalaciones sanitarias e hidráulicas, lavamanos, clavos, cables eléctricos y pintura; aunque las cantidades no fueron suficientes para cubrir la demanda.
Noslén González Mora, director municipal de la Vivienda, resaltó que han sido beneficiadas 423 personas, lo que representa el 62,62 % de los afectados. Algunos delegados de circunscripción alegan que sus electores rechazaron la opción de las vigas de madera por la baja calidad del recurso, en tanto conocimos que al municipio entró solo una tolva de cemento a inicios de la recuperación.
Mientras, Raciel Pequeño Sánchez, vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, quien estuvo al frente del grupo de la Defensa Civil que atendió este proceso durante la fase recuperativa, explicó que priorizaron los casos de derrumbes parciales de techo, con tal de solucionar mayor cantidad de afectados con el mínimo de recursos que iban llegando.
Todo el proceso de venta fue controlado por el grupo de auditoría municipal y hubo una revisión integral en el mes de febrero, sin determinar violación alguna en documentos o incongruencias en la venta a las personas. La tienda continúa vendiendo materiales; como resultado de la gestión local, se venden ladrillos y áridos de diferentes tipos.
Sobre los derrumbes totales y las formas de pago o acceso a los recursos, asegura Pequeño Sánchez que 55 fueron las viviendas con derrumbe total. “En lo fundamental eran facilidades temporales. Nuestros trabajadores sociales realizaron un estudio de factibilidad y los afectados fueron incluidos como subsidio o bonificación, con la condición de que fueran viviendas legales. Como resultado, ya están en un plan y a la espera de recursos para comenzar la fabricación”.
“Queremos que esas viviendas no vuelvan a ser temporales, sino rígidas y resistentes a los embates del viento. Sus habitantes son personas con bajos recursos y hemos asumido llevarlos a subsidio o bonificación para una tipología de veinticinco metros cuadrados”, concluye.
Alquízar por debajo del promedio provincial
En Alquízar, de las 2 383 afectaciones reportadas de las diferentes tipologías, están solucionadas 1 378, explica Yulexy Lameda Paz, vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP).
“Necesitamos avanzar, sin embargo, dependemos de la disponibilidad de materiales para la venta a la población. Cinco meses después el municipio está a un 58 % y en las tiendas de materiales hemos ofertado vigas, tornillos, ganchos, algunas ventanas (para la tipología 1) y en menor medida cemento. Pero, debemos reconocer que no avanzamos al ritmo deseado.
“La solución a las familias cuyos daños conllevaron a la pérdida total de sus hogares es lo que más preocupa hoy, por la cantidad de recursos que ello demanda. En este sentido, se acordó avanzar con aquellas afectaciones que no necesitan grandes cantidades de cemento u otros materiales fuera de nuestro alcance”.
Hasta el 9 de abril la mayor cantidad de recursos asignados a Alquízar correspondía a planchas de zinc (10 300 unidades); planchas de abesto (1 700) y vigas (720), además de tornillos y ganchos. Llama la atención que, con respecto al resto de las localidades de la provincia, Alquízar es el municipio que mayor cantidad de cemento ha recibido: 42,3 toneladas.
Sin embargo, pesan cada año sobre la recuperación de viviendas afectadas por eventos meteorológicos, las reservas existentes desde la producción local de materiales de la construcción.
Según datos ofrecidos por la Dirección Provincial de Vivienda, la localidad sureña demanda 120 000 ladrillos de los cuales se han recibido 15 250. En el caso de los áridos, la demanda asciende a 1 354,5 metros cúbicos (m³), cuya respuesta cubre solamente 20 m³.
Al tocar tierra por el sur artemiseño, en Alquízar, el consejo popular más afectado fue Pulido-Guanímar. Casi toda la infraestructura fue lastimada, especialmente en la playa, donde las olas alcanzaron cerca de los dos metros de altura. Aquí los escasos recursos fueron entregados solo a residentes permanentes que poseen la propiedad de la vivienda, enfatiza el vicepresidente de la AMPP.
“En la playa existen residencias permanentes y temporales. Lo primero fue diferenciarlas y priorizar aquellas en situación legal. Todo ello, sin perder de vista la estrategia gubernamental de trasladar, en el menor tiempo posible, a los playeros hacia la microlocalización de Cataluña, una zona más alta y segura frente a los embates de eventos meteorológicos”.
Mientras unos esperan por un techo, otros alquizareños se cuestionan si la playa podrá recibir el verano 2025. Lo cierto es que “la falta de diésel, incluso impidió la correcta higienización del lugar con equipos mecanizados, luego de Rafael.”
La escasez de combustible también justifica el poco progreso de la recuperación en esta zona alejada del casco urbano. El tema de la transportación de los materiales encarece aún más los costos a los vecinos de estas áreas, donde se concentran las mayores y más significativas afectaciones.
Desde Artemisa, la voz del delegado
Para descentralizar la venta a la población, en Artemisa, como en el resto de los municipios de la provincia, se puso en práctica la iniciativa de colocar los recursos disponibles en espacios habilitados en cada consejo popular. Daisy Milián Castillo, directora municipal de Vivienda, señaló que esto permitió reducir las colas, agilizar la tramitación documental y disminuir los gastos por concepto de transportación, acercando las ventas a las comunidades.
Regla Lanz Lorenzo, presidenta del Consejo Popular Centro, reconoció que aun cuando en su demarcación no se pudo poner en práctica esta iniciativa, fluyó de manera adecuada el proceso de venta en la tienda de materiales del Ministerio de Comercio Interior.
“Tuvimos un número significativo de afectaciones en el municipio, principalmente por derrumbes totales y parciales de techo. No han faltado dificultades, sobre todo por no haber llegado las viguetas suficientes, ganchos, cemento y áridos. Pero esas problemáticas y la intensa dinámica de trabajo que se generó, no fueron un freno para que se adoptaran medidas y se flexibilizaran las ventas, siempre buscando la satisfacción de los afectados”.
Falta en ocasiones iniciativa para buscar soluciones en las propias viviendas, a partir de combinar el recurso que se compró, con materiales que a veces están disponibles en el hogar. ¿Un buen ejemplo? De las 465 afectaciones que reportó este consejo, solo 15 se han declarado resueltas. Las 450 restantes esperan recursos que no han entrado al municipio.
Dos son las afectaciones más complejas y no resueltas allí. Son viviendas con serias afectaciones de cubierta y problemas en su estructura, que serán intervenidas con el Plan Estatal. Una, ubicada en calle 15 entre 34 y 32, donde solo permanece Raúl Roque Ávila, pues su madre y hermana fueron reubicadas en un sitio seguro, con alimentación y otros servicios garantizados”.
La otra vivienda es la de los hermanos Reimundo y Juan Basabe Sandoval. Ambos permanecen en la vivienda por voluntad propia, a pesar de que el primero es impedido físico por amputación de uno de sus pies.
“Estamos esperando la llegada de un donativo, con el cual podrán recibir una ayuda inicial, antes de que se puedan ejecutar acciones constructivas y definitivas para dejar resueltas estas dos afectaciones”, informó la presidenta del consejo popular.
Hilda Hernández Carmona, delegada de la circunscripción 21 de ese mismo consejo popular, pondera la agilidad en la tramitación para la venta de recursos. “En el área se han atendido muy bien los casos que requieren prioridad, sobre todo aquellos sin solvencia económica para asumir la compra de los recursos”. Pone como ejemplo a la asistenciada Gisel Fernández, residente en calle 29, entre 34 y 36 quien ya recibió algunos recursos para su vivienda y está a la espera de otros.
Tanto Regla como Hilda, reconocen el trabajo de seguimiento sistemático que dan las autoridades partidistas y gubernamentales del municipio a este proceso, a partir del sistema de reuniones implementado y de los recorridos para chequear in situ los avances en este sentido.
¿Hasta cuándo la recuperación?
No por gusto el empeño en la provincia es garantizar que se recuperen con la mayor prontitud posible las viviendas con afectaciones de techo, parciales y totales. Se acerca el período lluvioso y el 1 de junio comenzará la temporada ciclónica.

La estrategia provincial busca dar solución a las afectaciones de todo tipo pendientes de Rafael, Ian, Helene y de las lluvias de marzo de 2024. “Si continuamos con el actual ritmo de solución, con apoyo de la producción local de materiales y la llegada de los recursos que faltan por vender a la población; en menos de dos años debemos estar terminando”, afirmó la directora provincial de Vivienda.
A pesar del bien fundado optimismo, que no deja espacio a la suerte ni al azar, estas variables corren el riesgo de verse atravesadas por el paso de eventos meteorológicos en la próxima temporada ciclónica y no escapan, por supuesto, de la difícil coyuntura económica del país.
También necesitamos para continuar avanzando mantener el rigor en los controles de venta y uso de recursos, de más agilidad en la tramitación de documentos de créditos y legalización de propiedades, y sobre todo de activar iniciativas locales para que los más vulnerables en su economía, vean llegar lo más pronto posible la solución a sus viviendas.
(Por Giselle Vichot Castillo, Yemmi Valdés Ramos y Daniel Suárez Rodríguez)