De restaurante, bar y centro recreativo célebre de la Villa Roja, El Ruanda se convirtió en baño público y símbolo de abandono durante muchos años. ¿Quién podría precisar cuántos? De lo que sí pueden dar fe los artemiseños es de los numerosos recuerdos agradables en su amplísimo salón, en compañía de canciones, boleros y otros géneros musicales.
El céntrico lugar, casi en el mismo corazón de la urbe, comienza a despertar de su letargo, luego de ser trasladado al Grupo Extrahotelero Palmares.
Jesús Calero de la Osa, director de la sucursal de Artemisa, reveló a el artemiseño que, en saludo a los 15 años de la provincia, se ha diseñado la conversión de El Ruanda en un complejo gastronómico recreativo, que incluya ofertas tradicionales y priorice estabilidad y calidad.
De acuerdo con el directivo, formaría parte de un paquete turístico, integrado además por la cafetería Angerona, conocida como Rumbos, con discoteca renovada, y Dinos Pizza, al cual se pretende agregar un nuevo espacio de venta en el exterior.
Tal vez el transeúnte ni siquiera imagine el ajetreo puertas adentro de El Ruanda. Allí labora una brigada de 15 hombres pertenecientes a la mediana empresa Malcom, ubicada en la capital. Diorvys Cuesta Arévalo, jefe de la obra, explicó que laboran desde el 20 de octubre de 2024 en reparación general.
“Cambiamos todo el falso techo y recuperamos tejas francesas y vigas de la cubierta, así como parte de la estructura de placa, donde resanamos, cambia- mos rasilla y pintamos. También se restructuraron baños para el público y los trabajadores, colocamos enchapes en mesetas, hicimos un almacén y un área de elaboración, con estructura de madera en la parte superior, que brindará espacio al salón de reuniones”.

Cada intervención intenta respetar la concepción primaria de El Ruanda, aunque se eliminaron la cabina de audio sobre la barra y el escenario.
Otro de los sitios salvados de la desidia fue el cuarto frío, destinado a la conservación de alimentos. La inversión incluye el rescate de las instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, la marquetería de la fachada y todo lo necesario para que este lugar pueda reabrir sus puertas a los clientes.
Camino a las quince primaveras del territorio, Palmares prevé la remodelación de varias instituciones como el bar cafetería Mariposa en Bauta, el bar Renacer en Guanajay, pendiente de mobiliario para prestar servicios, y Las Ruinas, en Güira de Melena.
En espera de tiempos mejores para El Ruanda, el llamado es a no perder de vista su historia. Presentaciones de artistas, fiestas de matrimonio, bailables…, de conjunto con una buena oferta como restaurante, distinguían la instalación. Y ese legado no se puede perder, para enorgullecernos una vez más de este símbolo de la gastronomía y la recreación en Artemisa.
