Bajo un sol que apartaba las sombras del camino, Alquízar se convirtió en un punto de encuentro entre los países de Europa y la solidaridad.
La XVIII Brigada Internacional de Trabajo Voluntario y Solidaridad con Cuba, compuesta por dos grupos emblemáticos: la brigada Primero de Mayo, conformado por países como Francia e Italia; y la brigada Che Guevara, llegaron hasta la localidad con el objetivo de compartir amor, trabajo y compromiso con el pueblo cubano.
El Primer Secretario del Comité Municipal del Partido, Larexey Batista Ortiz dio la bienvenida a los visitantes internacionales. Destacó la importancia del municipio para la agricultura del país y ofreció una visión general sobre las características que hacen de Alquízar un lugar clave en la producción agrícola cubana.
«Aquí cultivamos no solo alimentos, sino también valores de solidaridad y amistad», precisó Batista Ortiz, a la vez que resaltó el espíritu de cooperación que une a los cubanos con sus hermanos del mundo.
La brigada Che Guevara, integrada por 22 miembros de la organización Red sobre Cuba, reúne a diversas agrupaciones de solidaridad que apoyan a la isla desde diferentes regiones de Canadá.
Su guía, Damián Donéstevez González, expresó que el propósito del grupo «es
experimentar y vivir Cuba en toda su intensidad. No solo vinieron a trabajar, sino a conocer y apoyar a su gente».
Los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Capitán Tomás. Su presidente, Carlos Alberto Musibay Rodríguez explicó a los brigadistas las características de esta entidad agraria que abarca 104 hectáreas de tierras productivas.
«Contamos con 34 asociados, de los cuales seis son mujeres. Actualmente estamos preparando las tierras para cultivos de yuca, boniato y maíz», detalló Musibay Rodríguez.
El trabajo voluntario tuvo lugar en la Fregat 181, en Concordia, una área que comprende 5.37 hectáreas. La jornada matutina se caracterizó por consignas, conversaciones francas y un esfuerzo conjunto en el deshierbe del cultivo de malanga. Los miembros de ambas brigadas trabajaron codo a codo.
Valeria Chianese, una participante italiana, resaltó el valor espiritual y material de las acciones realizadas en Alquízar. «Estamos aquí para mostrar nuestro amor por Cuba de una manera tangible», comentó.
Por su parte, Leonid Chizhikov, un joven canadiense, expresó su honor al estar en la isla que lo inspiró a aprender español. «Quiero conocer a su gente y su historia. Este lugar es especial para mí», aseguró con una sonrisa.
La XVIII Brigada Internacional de Trabajo Voluntario y Solidaridad con Cuba dejó en Alquízar no solo huellas en el campo, sino también un legado de esperanza y amor.
Alquízar se despide de sus amigos internacionales con la certeza de que el amor y la solidaridad siempre florecerán en la tierra de Villena.