Frente a un aula de prescolar en la escuela Aniversario 50 del Moncada, en Artemisa, la encontré apenas sonaba el timbre de iniciar las clases, y es que Yolanda Sánchez Sánchez, decidió hace 34 años enseñar por el resto de sus días, mientras lo comparte con ser dirigente sindical, de ahí que, en este abril, sea parte de quienes representen a los maestros de Cuba, en el Congreso de la CTC.
De su crianza humilde, y su madre, -la más honesta del mundo- pero casi analfabeta, nos cuenta una de las cinco voces artemiseñas, elegidas de manera directa, al cónclave de los trabajadores cubanos.
Ella tiene entre sus expectativas la de reflexionar acerca de su gremio, pues “aunque ya con mejores salarios, sigue faltando el estímulo moral y el reconocimiento social. Por ejemplo, en Artemisa en sus 14 años de creada como provincia, ni desde antes en los municipios que la integran, existe un Héroe o Heroína del Trabajo de la República de Cuba de este sindicato, problema desde la base, que se debe exigir desde todas las instancias, hasta resolver.
“La Educación constituye privilegio y conquista de la Revolución, y habrá que volcar más alternativas en elaborar y diseñar los materiales gastables para la docencia, sobre todo si deseamos que el III Perfeccionamiento de la enseñanza, en el cual nos encontramos, logre los resultados esperados”, insiste.
Para quien se graduó en los años 90, y ha tenido en su desempeño profesional, ser parte del Programa Educa a Tu Hijo, directora y subdirectora en dos círculos infantiles de Artemisa, Esperanza del Futuro y Mi Carrusel, respectivamente, también ser dirigente sindical es orgullo y pasión.
“Fui criada con suma humildad, mi madre me enseñó que ayudar es la mejor manera de obrar y siempre trae satisfacción.
“Desde el sindicato, ahora con una treintena de afiliados en mi sección de base, incluso jubilados reincorporados, es una oportunidad siempre tender la mano, convocar, preparar, intercambiar, motivar, unir, pues solo entre todos podemos avanzar”, otro mensaje que lleva Yolanda, desde su aula de Artemisa hasta el congreso obrero.