El tren Habana-Mariel tiene un servicio inestable, en tanto la guagua que transporta a los jóvenes universitarios desde sus municipios hacia La Habana, solo garantiza el viaje hacia la capital los domingos, pero no el regreso los viernes, como lo hacía cuando comenzó. ¿Qué podemos hacer entonces los universitarios que enfrentamos estas dificultades con el transporte?
Los jóvenes artemiseños que estudiamos en la Universidad de La Habana (UH), la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría (CUJAE) o en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), presentamos un problema real para la transportación hacia cada Facultad.
El tren, como leí recientemente, “cancelado hasta nuevo aviso”, tal como fue notificado en el canal de WhatsApp “Info. Trenes Locales”, y la guagua garantizando solamente los viajes de ida, pero no el regreso, trae como consecuencia que los estudiantes tengamos que buscar otras alternativas para llegar a casa, ninguna de estas se ajusta al estrecho bolsillo de muchachos que percibimos mensualmente un estipendio incapaz de cubrir tales gastos, sin contar los otros muchos que genera permanecer toda una semana en la capital, donde los precios de una simple merienda ya pueden acabar con el mencionado ingreso estudiantil.
Para viajar “por la calle” necesitamos llevar encima, al menos, 1 000 pesos en moneda nacional, contando que sea solamente hasta el municipio de Artemisa. Quienes viven en Candelaria o San Cristóbal tienen muchísimas menos posibilidades de que sea económico, y los de Bahía Honda la mayoría de las veces prefieren permanecer en la beca.
En la actualidad, se vive en un escenario realmente complejo y se aprecian pocas perspectivas de cambio, sobre todo en el transporte interprovincial de los estudiantes universitarios becados en la capital, que es una de las mayores preocupaciones en este momento.
Se agotan las opciones para los futuros profesionales del país y ya estudiar se vuelve casi un lujo. No encontramos respuestas ni solución al problema. Resulta necesario hallar una alternativa que resuelva realmente esta situación.
Sabidas son las dificultades por las que atraviesa el país, pero los muchachos que hoy estudiamos en la universidad habanera somos también el sustento del mañana en muchos frentes decisivos, que hoy no se estudian en la Universidad de Artemisa.
Se preparan como médicos, ingenieros, y merecen que desde hoy y en la medida de lo posible se les faciliten un poco las vías para que sus años de estudio no se vuelvan una tortura cada lunes y viernes cuando deben lanzarse a la carretera en busca de un transporte incierto.