Solo para abastecer de combustible diésel a sus ómnibus, los de la base de Caimito recorrieron más de 44 000 kilómetros en 2024, lo cual implica el gasto de una cantidad superior a los 17 000 litros. Esa fue una de las principales inquietudes debatidas durante el balance anual de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Transportes Escolares Artemisa.
A tales dígitos habría que añadir los 436 mil pesos dejados de percibir, al usar ese combustible en un viaje no contratado con cliente alguno.
José Ramón Crespo Cabrera, delegado del Transporte en la provincia, explicó la insuficiente disponibilidad de combustible en el país y la prioridad concedida a los grupos electrógenos. Aludió, además, a la peculiaridad de que Artemisa tiene sus bases muy dispersas. “Entonces, no hay manera de fraccionar la distribución”.
Sergio Díaz Trujillo, coordinador de objetivos del Gobierno provincial, agregó que en ocasiones se rompe la planificación de las actividades a causa de esta situación de crisis. “Y la agricultura debe recibir 30 000 litros diarios, de los que a veces solo recibe 10 000, aparte de otras necesidades como los servicios médicos, la Universidad, la canasta básica…”
Eliecer Silvera Martínez, un innovador destacado, reprochó el incumplimiento de la ley 38, concebida precisamente para estimular a quienes ponen su ingenio en función de que añejos ómnibus de la década de 1970 continúen transportando trabajadores y población en general.
“Si en otros centros laborales, como en la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo y en la fábrica de carburo y acetileno, les pagan a los innovadores, ¿por qué a nosotros no? Yo no sé computación para hacer un expediente; lo mío es contribuir a que las guaguas sigan rodando”.
Mientras, Yoandra Domínguez Pupo, jefa de la base de Güira de Melena, propuso ampliar el objeto social de esas entidades, mediante los servicios de sus talleres, la posibilidad de asumir la calificación de técnicos de transporte, de formar a los jóvenes y de crear una cooperativa.
Las intervenciones abordaron cuánto queda por hacer en las áreas de operaciones y de la técnica, en cuanto a las cuentas por cobrar y por pagar, la preparación del personal, la mejor planificación del movimiento de los medios, la calidad en los servicios y las medidas severas a adoptar con inescrupulosos que pasan por las paradas con los ómnibus vacíos y no paran.
Ángel Ramón Cordero, director adjunto de la Empresa Nacional, llamó a buscar motivación, cambiar métodos y estilos de trabajo, así como a perfeccionar el enrutamiento. Informó que ya está prácticamente aprobada una nueva resolución a fin de flexibilizar los sistemas de pago y elevar los ingresos.
El coordinador de objetivos del Gobierno ponderó la relación entre Escolares y los clientes. “Ha mejorado la comunicación, y ya nadie se ha vuelto a quedar esperando en sus puntos”, sostuvo y señaló al director, Juan Permuy Felipe, como motor impulsor de los cambios.
Durante el balance se reconoció a los principales innovadores, a jóvenes destacados y a conductores de ómnibus que contribuyeron a trasladar evacuados ante la llegada del huracán Rafael; también, a los mejores trabajadores por cada base, a los mejores funcionarios y jefes, a cuatro mujeres sobresalientes y a la mejor base, la de Candelaria.
En el intercambio participó también Nadia Pedro Laza, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y Puertos