En su segunda edición el Proyecto Barro sin Berro, perteneciente a la Asociación Nacional de Artesanos y Artista de Cuba, con sede en San Antonio de los Baños, desarrolla su Taller de Verano, del 12 al 15 de agosto, con unos 20 niños, entre ocho y 15 años de edad.
“Este año es mucho más complejo, pues no lo desarrollamos sobre una temática libre, sino que dedicamos el tiempo a crear fachadas coloniales, e igual, serán plasmadas en una de las paredes contiguas al mural de 2023, tal como favelas una al lado de otra, explica Maday Acosta Posada, representante del Proyecto.
Asimismo, expresó la satisfacción de unir al Taller de Verano a Leduan Macías, profesor de la Escuela Elemental de Arte Eduardo Abela e Instructor de Arte, pues cada uno de los niños precisa de ayuda, apoyo, más estimulación, y entre ambos les podremos dedicar el tiempo necesario, además de que otros integrantes del proyecto también intercambiarán saberes durante los cinco días, amplió.
Un recorrido por los talleres habituales donde producen tazas, platos, jarras, donde moldean el barro a diario, será la motivación de los pequeños del primer día en la sección de la mañana, y continuamos siempre con la sesión de la tardes, ya que todos los infantes son del Ariguanabo, con excepción de una niña de Bauta, que por vez primera se suma a la semana de aprendizajes.
Al conocer algunos procesos de la cerámica iniciarán con sus manos a darle forma a las piezas, para familiarizarse con estas, en un aula creada para tal efecto en calle 76, esquina 41.
A partir del segundo día estaremos en función del mural, que según la propia Acosta Posada, “lo más importante radica en la diversión de los alumnos, que la pasen bien, y disfruten las secciones del taller, colegiando ideas y compartiendo sus creaciones con su magia infantil”.
Este verano hasta Barro sin Berro también llegó el Festival de Tradiciones Artemisa Mestiza, y anduvieron por Rutas y Andares, de la Habana Vieja, al incluirse en el evento Tomando Forma, con el auspicio de la Casa del Chocolate y el Museo de la Cerámica, para lo cual elaboraron una serie de piezas destinadas a beber chocolate, que al comprarlas incluían el delicioso elixir frío para degustar in situ.
