Mientras Cuba sigue feliz por la hazaña olímpica del pentacampeón Mijaín López y las cubanas Yusneylis Guzmán y Milaimy Marín hicieron historia en París al lograr por primera vez medallas para nuestra nación en la lucha femenina bajo los cinco aros, desde San Cristóbal, también sueñan dos jóvenes muchachas.
Érika y Yailenis, que conversaban con nuestro equipo de prensa en el Museo de ese municipio, miran con atención una foto del hijo de Taco Taco, Héctor Milián, eufórico y victorioso en la instantánea, ellas están juntas mientras le observan y hay tantos enigmas en sus ojos. Ya son medallistas de los Juegos Escolares Nacionales en sus respectivas divisiones, pero saben lo extenso y difícil que puede ser el camino a la gloria.
Yailenis Martínez Padrón, una de las cuatro representantes de San Cristóbal en el equipo provincial de Lucha que participó en la edición 60 de los Juegos Escolares, cuenta su devenir en esta disciplina.
“Llegué en el peso de los 43 kilogramos (Kg) y cogí plata. Me tenían propuesta para medalla y fue lo que conseguí, aunque quería oro. Las primeras peleas estuvieron un poco difíciles, perdí una y tuve que ir a ganar las demás para poder obtener medalla y logré acceder a la discusión del oro. El año anterior también plata por cosas y detalles, pero bueno, obtuve medalla.
“Yo empecé en la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) Julito Díaz, en séptimo grado, y ahora tengo 15 años, pasé ya a juveniles, va a ser un poco difícil el cambio a las categorías de desarrollo. Ahora el peso debe estar de 50 Kg en adelante, para eso debo prepararme más ahora cuando entre en septiembre. Ya este año estuvo difícil, tuvimos que apoyar en equipo para poder alcanzar el tercer lugar. Los topes muy duros, pero gracias a los profesores pudimos salir adelante y ubicarnos entre los tres primeros del país.
“Hay que privarse de muchas cosas para poder hacer el peso y todo lo que conlleva, pero gracias a las indicaciones nos mantenemos. De aquí hasta Santiago fuimos, hubo cansancio y la dieta estuvo compleja, pero la vida de los atletas siempre es sacrificio.
“Dentro de la convivencia en equipo claro que cuando una está abajo, la otra va y la anima, si pierdes un combate, las compañeras te motivan a que vayas a ganar las demás peleas y salgas adelante. Así fue como hicimos con algunas de nosotras que perdieron.
Por su parte, Érika Sarriegues González, se siente menos cómoda frente a las preguntas, pero no se niega a conversar.
¿Cuántos juegos escolares tienes?
“En séptimo grado ya fui y ahora también. Cogí bronce en los primeros y ahora plata. Somos cuatro muchachas que estudiamos en la Eide de Artemisa y vivimos en San Cristóbal, del mismo barrio, en el reparto Orlando Nodarse (popularmente conocido como El Oeste), las cuatro estamos siempre juntas, aunque hoy somos solo dos hablamos en nombre de todas”.
¿Entonces se apoyan mucho entre ustedes? ¿Cómo lo hacen?
“Sí, siempre andamos juntas y nos apoyamos entre nosotras, en la escuela, en las competencias y en la vida. Tenemos que hacer dieta y tenemos que bajar o subir de peso, entrenar fuerte. Ahora yo, por ejemplo, tengo que subir a 39 kilos”.
Más tímida, Erika no se atreve a hablar de lo lejos que quiere llegar. Pero Yailenis ansía y cree que puede entrar al Centro Cerro Pelado y pelear dentro del alto rendimiento.
“Hasta ahora el único sueño que tengo es poder ir al Cerro a competir y salir adelante. Me han estado viendo desde otros juegos nacionales anteriores en los que ya había sido medallista, viendo y evaluando, me dijeron que podía ir para entrenarme en el alto rendimiento. Vamos a decir que ese es mi gran sueño, puedo llegar allá y conseguir entrenar allí permanente, trabajo para eso. Tengo que ser disciplinada, hay que tener un buen comportamiento para ser alguien en la vida y en el deporte”.
Disciplina, trabajo y fe, fórmulas para el éxito de estas muchachas que anhelan desde la Eide, poder un día representar a Cuba y ganar por ella
