Noslen Díaz, uno de los héroes cubanos del voleibol de playa en los Juegos Olímpicos, regresó a Artemisa, y su pueblo lo rodeó enseguida con todo el orgullo y la alegría que les sembró desde París.
Por supuesto, no hay palabras como un abrazo, como un apretón de manos o una sonrisa. Entonces, no hacen falta más presentaciones, ni nombres; cada quien se había vuelto familia de Noslen durante cuatro madrugadas para verle jugar, a él y a su compañero de dupla, el villaclareño Jorge Luis Alayo.
Allí estaba esta mañana de 13 de agosto, fuera de las pantallas, en los alrededores del Parque Libertad, de carne y hueso, aunque pareciera de un metal tan fuerte como no hay en la tabla periódica de los elementos químicos.
Estaba allí su campeón, el que admiran desde La Matilde hasta La Pupila insomne, desde Bahía Honda hasta Güira de Melena. Cierto, no consiguió medalla en la cita parisina, pero enamoró a sus parciales con la garra y el coraje derrochados sobre la arena.
Como en todo homenaje, hubo palabras de fervor y gratitud, dos poetas improvisaron décimas, en tanto Gladys Martínez Verdecia, integrante del Buró Político y Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido, y Ricardo Concepción Rodríguez, el Gobernador, les entregaron flores y el símbolo de Artemisa, al voleibolista y a Yosniel Domínguez Sánchez, el marieleño entrenador del equipo de canotaje.

Sin embargo, lo que de veras marcó la cita fueron los abrazos, felicitaciones y fotos de cuantos acudieron con el joven Noslen: adultos, jóvenes y chiquillos pedían retratarse junto a su ídolo… y él los complacía humildemente, armado de su sonrisa de niño grande.
Incluso, de manera espontánea, quienes lo rodeaban le cantaron felicidades por su cumpleaños, y la algarabía muy pronto contagió a los demás. Se ha ganado una familia inmensa, la del medio millón de artemiseños.
“No esperaba semejante acogida. Estoy muy contento por este regalo de mi pueblo. Y también, muy importante, por haber coincidido en la fecha de nacimiento, el 13 de agosto, con el Comandante en Jefe Fidel Castro”, aseguró.
“El sábado salimos hacia Rusia, a fin de seguir compitiendo, elevando el nivel y perfeccionando nuestro sistema de juego. La estrategia consiste en continuar participando en el circuito mundial, especialmente en las arenas de Brasil, una oportunidad para escalar posiciones.
“Mientras, voy a disfrutar de mi cumpleaños junto al de Fidel, con la familia, en casa, festejar de estos éxitos en los Juegos Olímpicos, como hizo Cuba entera y quizás bailar y tomar algún trago con la gente del barrio que me esperaba cuando llegué, a las 2:00 de la madrugada”.