Nadie les dijo que era fácil cuando escogieron el camino por el cual desandan, con torpezas y también lauros, con días buenos y otros peores, con la mirada limpia y la confianza en su propia fuerza interior capaz de impulsarlas siempre a lo más alto del podio humano.
Así son las mujeres que Olga Montes, la multilaureada escritora artemiseña, sienta frente a los micrófonos de un espacio que llega el último martes de cada mes a las dos de la tarde, para saber cuánto de Empoderadas, hay dentro.
Clarita García, la actriz que en la piel de la profesora Amalia, de Calendario, quedará para siempre dentro de esta Isla, inauguró el espacio en abril pasado, y la secundaron, este martes de mayo la también actriz de San Antonio de Los Baños, Elizabeth Castro Cedeño e Ivón Álvarez, directora provincial de Cultura y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En el Álbum Café Parque Central se habló de los tiempos duros, de la resistencia femenina, de la fuerza de una vocación, de la familia como la mano y el hombro siempre presentes. Se fue a años atrás, donde los obstáculos parecían más fuertes que las razones, y el regreso contrastó con la verdad de dos mujeres grandes, cada cual siendo útil donde les satisface serlo.
Sin el carismático José Sisto López, director de Kolao, y el acompañamiento de Alexis Hernández, conocido como Papito Tropicana, el encuentro no hubiera sido tal cual es, un alivio para el alma, un tiempo de calidad, un encuentro con nosotros mismos, un detenernos para mirar atrás y tomar impulso, un espacio que, si alguna deuda pudiera tener, es que precisa llegar a más corazones dentro y fuera de la ciudad artemiseña.
La vez primera, y esta, el talento de Reinier Del Pino llegó con picantes décimas en su propia voz, y como si fuera poco, su obra Empoderadas, fue la propuesta más joven que llegó a tono con un martes diferente.
Otras mujeres llegarán a la cita con Olga. La dirección de Cultura y también la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, en particular la Casa de la Música de Artemisa, se han confabulado para que no falten ni preguntas ni respuestas el último martes, en la esquina de calle 48 y 25, cerca del Parque Libertad. Allí la escritora pone su voz a poemas de alta alcurnia y el músico los acordes que hacen a Empoderadas, no solo un término exclusivo del siglo XXI, sino un momento inclusivo de los artemiseños.