Ante la cercanía de los 60 Juegos Escolares Nacionales, cantera inagotable de talentos para las preselecciones cubanas, base de la pirámide del alto rendimiento y, por tanto, prueba concreta del desarrollo deportivo de cada provincia, bien vale la pena repasar nuestra historia reciente en ese certamen.
De acuerdo con el informe presentado al Balance Anual de Deportes, de las 31 disciplinas convocadas Artemisa participó en 21, y obtuvo el lugar 14.
Solo el béisbol, ciclismo, fútbol, taekwondo y judo lograron posicionarse entre los cuatro primeros puestos. Ocho deportes avanzan respecto a la edición anterior de los Juegos, igual cantidad retrocede y cinco se mantienen.
Se ubicaron del quinto al octavo escaño el atletismo, bádminton, baloncesto, levantamiento de pesas, las luchas, patinaje, tenis de campo y tiro con arco; mientras, del noveno al duodécimo quedaron el ajedrez, la gimnasia rítmica, el karate, la pelota vasca y el voleibol de sala.
Los que corrieron la peor “suerte” fueron el boxeo y el voleibol de playa, anclados del 13 al 16. Habrá motivos para explicar ubicaciones como esas; lo más importante es actuar sobre las causas… y ascender.
De quienes intervengan en los 60 Juegos Escolares Nacionales, emergerán los representantes de Cuba en el venidero ciclo olímpico. Verles ganar una medalla ahora, puede ser el adelanto a disfrutar de un campeón en las citas de Los Ángeles 2028 o Brisbane 2032.
Por eso, no vale conformarse con el lugar 11 en el medallero, ni con las 18 preseas doradas, las 19 de plata y las 24 de bronce. Terminar la reparación del tabloncillo de la Eide será un paso de gigante para ir por más. Solo vale pensar que los pequeños campeones de hoy… serán las estrellas del mañana próximo.