No tiene la cantidad de habitantes ni el glamour de París. Pero después de los triunfos de Idalys Ortiz en el Grand Slam (GS) de Judo que organizó Tiflis el pasado fin de semana, la capital de Georgia nos hace soñar con los Juegos Olímpicos que acogerá la Ciudad Luz.
¿Por qué? Porque en la urbe georgiana nuestra campeona olímpica de Londres 2012 mostró mejor nivel. Aunque esta vez quedó a las puertas de las medallas, se le vio más dinámica en un torneo mucho más fuerte.
Los especialistas reseñan que ganó dos pleitos por acciones y con relativa comodidad.
Nada pudo hacer su primer rival, la rusa Anastasia Kholodilina, a quien dominó con waza-ari. A continuación dispuso de manera relampagueante, con ippon en pocos segundos, de la china Xin Su, sexta del ranking y campeona del reciente GS de Tashkent.
También demostró su clase a la coreana Hyeonji Lee, campeona mundial de cadetes en 2023, al derrotarla por waza-ari-awasete-ippon en un minuto de combate.
Ya en semifinales cayó frente a la francesa Coralie Hayme, a la postre medallista de plata del certamen, quien había eliminado a la china Shiyan XU (tercera del ranking) y, a 20 segundos del final, la sorprendió y venció por ippon.
En la discusión del bronce triunfó la italiana Asya Tavano (plata en el GS de Bakú), por la vía de los shidos, de modo que la candelariense terminó en el quinto puesto. Para tener una idea de lo dura de esta competencia, sépase que tampoco llegaron a las medallas ni la neerlandesa Marit Kamps (plata en el reciente Grand Prix Upper (GPU) Austria y bronce en el GS de Bakú), ni la brasileña Beatriz Souza (oro en el GPU de Austria), ni la actual campeona olímpica y mundial, la japonesa Akira Sone. Y se impuso la alemana Renee Lucht (sin un gran currículo).