Escuché a la abuela de un niño preguntar en una de las salas de la duodécima Feria del Libro en Artemisa, dónde podía encontrar los libros de Olga Montes Barrios, a quien se le dedicaba la feria en la provincia junto al profesor e investigador Oscar Rodríguez Suárez.
Montes Barrios, laureada y reco- nocida por sus numerosos premios, es egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso y ha dedicado parte de su narrativa a niños y jóvenes.
Nos hubiera gustado mucho a los lec- tores artemiseños encontrar en la fiesta literaria títulos suyos como Un mensaje sin Leer, Premio La Edad de Oro 2018, que hace referencia a las nuevas tecnologías y su vínculo con familiares; o Cuentos de Maluja y otras Brujas, publicado por la Editorial Unicornio en el 2019, con siete cuentos que se desarrollan en Brujanvidia, lugar oscuro, con una ficción recurrente.
Más allá de las ausencias impresas, la feria artemiseña tuvo sus espacios notables, como casi todo lo acontecido en la Sala Rubén Martínez Villena, de la Biblioteca Ciro Redondo, donde encontraron espacio autores noveles y otros ya establecidos en el panorama de las editoriales nacionales.
Encontramos allí a Reinier Del Pino, con su libro Siete días sin Yrla y a su presentador, Joss, quien pudiera decirse que es la voz cumbre de la ciencia ficción en nuestro país.
Rafael Aguiar nos deleitó allí con la presentación del libro Con los libreros en Cuba, escrito por el colombiano Álvaro Castillo Granado, un reflejo de la obra, casi inédita, de libreros que buscan sugerir temas y llenan espacios, entre lectores, con el ánimo original y cercano de los libros. Es cierto que desde hace unos años, la mayoría de nuestras ferias apuestan por los libros digitales, sea por problemas económicos, o la inventiva de ganar mayor accesibilidad desde un teléfono móvil, pues cada vez son más los que de una manera u otra pertenecen al mundo de las redes. Resulta una garantía para poder encontrar estos textos la plataforma digital Cubaliteraria, del Instituto Cubano del Libro, con disímiles textos para todas las edades y gustos, disponibles de forma gratuita.
Como regocijo de los que amamos nuestra Editorial Unicornio, pudimos apreciar en estantes, 51 títulos de pasadas ediciones, textos de diversas temáticas, como teatro, narrativa y poesía.
Cada libro es como un amigo, y aunque la modernidad nos imponga a veces leerlos con una pantalla de por medio, confieso que mi pasión son los impresos, esos que nos acompañan, con textos vivos de polvo y agua, que sobre la arena surgen y en las manos de un buen café, hacen vivir encuentros íntegros.
Esos, los de papel, suelen ser los que se disfrutan desde una terminal de ómnibus o de paseo en vacaciones. Y miro al fondo del mar con Veinte mil leguas de viaje submarino a Julio Verne, con libros que no dependen de la carga de una tableta o teléfono. Esos son los que colman mi mochila, cuando salgo de viaje, los que quise de niño, por aquel diario dotado de ternura llamado Corazón.
Más allá de preferencias por el papel o la pantalla del celular, lo importante es y será siempre leer, a los clásicos y a los noveles con igual pasión, siempre con el convencimiento de que, de cada libro, puede salir siempre un buen consejo, la enseñanza o el motivo para ser un mejor ser humano.