Una vez más, la Feria del libro abre sus puertas a diversas manifestaciones del arte, y Jesús Gastell aprovechó la oportunidad para compartir una exposición fotográfica, inaugurada en la sede territorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Más habitualmente conocido como pintor, el radicado hace 20 años en Soroa (lejos del entorno citadino), ahora desvela su talento para recrear lo que aprecia desde el lente: la muestra, titulada Light Light Gray, alude a un cartucho específico que usan las impresoras de fotografía, según explicó el artista.
“Aunque en las fotos aparezcan las famosas cataratas del Niágara, no son una referencia al lugar, sino al proceso mediante el cual surgieron esas piezas, a la percepción de habitar un plano de grisuras, medianías, ligerezas y estancamiento intelectual que pretendía superar.
“Siempre he pensado que el arte tiene un carácter sanador. Entonces, nada como ponerme a estudiar y buscar una perspectiva nueva. La posibilidad de explorar ese estado medio y de superarlo, me exigía que la gente pudiera, como yo, hacer un viaje a través del objeto, a través de la propuesta, de cuanto está viendo, sin necesidad de conocer cuál es el referente, sino cuánto le aporta.
“¿Quién no leyó la Oda al Niágara, de Heredia y no quedó poseído por ese referente? Pero mi interés es contar cómo se conduce la luz, moverme justo entre el blanco y el negro y compartir mi experiencia individual, transitar por el ensanchamiento de una imagen en una obra diferente.
“El arte está determinado por una percepción absolutamente individual. Lo interesante es que, como ninguna persona es igual a otra, aporta una información y experiencia irrepetible, al hacer a otros partícipes de ella, y abrir una posibilidad de intercambio, porque la esencia de todo sigue siendo el diálogo”.