Si tuviste la dicha de ser mujer ya has tenido mucha suerte en la vida; y no se trata de feminismo ni hiperestima; es, simplemente, que siempre la rosa ha sido más hermosa que la espina. Desde tiempos inmemoriales, las mujeres han enfrentado discriminación, desigualdad y dificultades inimaginables. Sin embargo, en lugar de dejarnos vencer, hemos encontrado una fuerza interior que impulsa a seguir adelante.
Como un ave fénix, las féminas emergen de las experiencias más difíciles con una determinación renovada y una voluntad inquebrantable. Ser mujer significa tener fuerzas, saber guerrear con todo, incluso aquello que parece no tener solución; es comprensión y entendimiento, delicadeza, firmeza y carácter.
Estudios científicos han demostrado que las mujeres tienen una mayor capacidad para la multitarea y la toma de decisiones rápidas, debido a una mayor conectividad entre sus hemisferios cerebrales que les permite procesar información de manera más eficiente.
Y así es, pues han demostrado ser excelentes líderes, científicas, militares, investigadoras…; pero también amas de casa, cuidadoras, protectoras. Cada historia de éxito, cada logro, cada paso hacia adelante, está marcado por la valentía y la perseverancia de las mujeres que se niegan a ser definidas por las circunstancias. Desde las luchadoras pioneras que abrieron camino en campos dominados por hombres, hasta las mujeres contemporáneas que desafían estereotipos y rompen barreras. En esos avatares, todas compartimos un espíritu indomable que nos permite volar alto, incluso cuando el viento sopla en contra.
Por eso, en un mundo minado de desigualdades, donde los desafíos evolucionan constantemente, el Día de la Mujer aún debe constituir un grito de auxilio por las tantas que han muerto en casos de feminicidios; pero también una oportunidad para ponernos la mano en el hombro y auparnos a seguir andando para labrar un mundo más sano para nuestras hijas e hijos.
Como mariposa, las alas de las mujeres son un símbolo de esperanza y fortaleza; un recordatorio de que, aunque el camino pueda ser difícil y las tormentas amenacen con derribarnos, siempre podremos levantar el vuelo una vez más, impulsadas por la fuerza interior que reside en cada una de nosotras.
Este Día de la Mujer recuerda que tenemos un par de alas invisibles: úsalas para impulsar las ganas de emprender, de soñar, de crecer, de desencadenarte. Que cada paso que demos o cada batalla que enfrentemos sean un pasito más hacia un mundo donde todas puedan volar libres, sin limitaciones ni barreras, porque cuando las mujeres se levantan, el mundo entero se eleva con ellas