Casi dos años, tres proyectos y miles de pesos en materiales de construcción, combustible y salario, son el saldo actual de una obra que todavía no tiene final feliz para el grupo de teatro guiñol, Los Cuenteros, de San Antonio de los Baños.
Su sede habitual, un local otorgado hace más de una década, por acuerdo del gobierno durante una visita realizada por el entonces ministro de Cultura, Julián González, “resolvió” la necesidad del afamado elenco ariguanabense de un espacio para realizar sus ensayos y mostrar sus obras al público, pero el tiempo, inexorable, castigó el vetusto recinto, conocido como El Bombero, por albergar el antiguo cuartel de la ciudad. La urgencia de “pasarle la mano” al inmueble se convirtió entonces en tarea de primer orden.
Para no entorpecer el proceso creativo de este galardonado grupo, las autoridades locales decidieron otorgar una sede provisional, mientras duraba el necesario proceso constructivo.

El mantenimiento parece no tener fin / Foto: Otoniel Márquez
Nueva sede ¿provisional?
Ubicados en la avenida 41 o Calle Real del municipio, Los Cuenteros no han dejado de trabajar para niños y adultos, pero “…la sede provisional cuenta con mucho menos espacio (es la sala de una casa). Para ensayar una obra nueva, tenemos que desmontar la que está puesta. Las funciones que ofrecemos deben ser por aulas, dirigidas, con limitaciones de público. Hemos tenido que salir a las escuelas en busca de ese espacio imprescindible para actuar”, expresa Malawy Capote González, su directora.
“Las condiciones de iluminación no son las adecuadas; no poseemos servicio de agua para tomar y el baño está en pésimas condiciones. A eso sumamos que, al estar en una de las arterias más concurridas de San Antonio, las puertas y las ventanas están constantemente ocupadas por las personas que realizan colas para los bancos y cajeros (ubicados en frente), todo el tiempo conversando, lo cual afecta el proceso de trabajo de mesa y ensayos”, agregó la multipremiada actriz.
¿Por qué tanta demora?
Ante la interrogante nos dimos a la tarea de contactar a los implicados en la obra. Ivón Álvarez González, directora provincial de Cultura, nos aclara que Los Cuenteros son atendidos por la Unidad Provincial de Aseguramiento y Apoyo a esta institución, estructura creada para la atención a la dirección provincial y a otros centros de ese nivel de subordinación.
La directiva nos comenta que la obra tuvo dificultades en 2023 con los proyectos. Aunque aclara que el asunto ya fue resuelto, refiere atrasos en los trabajos, pues no se pudieron ejecutar hasta tener la documentación aprobada. “Hoy está limitada por la falta de materiales, pero no se han detenido las acciones constructivas. Además, están actualizando la demanda que ya está lista para ser entregada».
Al visitar la edificación llama la atención la poca actividad y presencia de trabajadores. En ese momento solo dos obreros removían el recubrimiento de viejas paredes. Al interrogarlos sobre la composición de la brigada, expresaron que son más, pero la falta de materiales imposibilita tener trabajo para todos. Les desalienta también la calidad de los pocos materiales que entran, lo cual incide en el acabado de lo hecho hasta ahora.
ASPROCOM, Cooperativa no Agropecuaria (CNA), radicada en Bauta, es la encargada de la ejecución del proyecto. El ingeniero Jesús Alfredo Surí Moreno, su vicepresidente, explica que “se planificó una reparación capital por un monto inicial de tres millones de pesos, para un tiempo de ejecución de ocho meses. Los trabajos iniciaron el 10 de mayo de 2022”.
“Al cierre de ese año, se contabiliza la ejecución por un monto superior al millón de pesos, por lo que se incumplió el cronograma, debido a la no existencia de madera para encofrado y de otros recursos.
Añadió que “en marzo de 2023 se detuvo el proceso para actualizar el proyecto, dadas algunas exigencias propias del teatro que no estaban recogidas en el elaborado en 2018”.
Así, en diciembre de 2023 retomaron la obra con un nuevo proyecto y el presupuesto restante, incrementado por el aumento de los costos de los materiales y de otras acciones constructivas a ejecutar.
“El monto ahora asciende nuevamente a casi tres millones de pesos, pero solo han ejecutado un poco más de 300 000 pesos. Sigue golpeando fuertemente la falta de recursos imprescindibles como madera, acero y cemento”, refiere.
El combustible también influye, aunque destaca el apoyo y aseguramiento de Cultura provincial que asignó unos 1 580 litros, aproximadamente un 40 por ciento de lo empleado hasta el momento.
Por otra parte, la sede comparte edificación con el Banco de Sangre de Salud Pública, y ello demanda extremo cuidado al realizar algunas acciones constructivas, debido al deterioro de la misma.
Para este año se han asignado 625 000 pesos, lo que demuestra que el financiamiento y la voluntad de concluir la obra existen, pero, ante tan difícil situación con el suministro y disponibilidad de los materiales, se hace imposible hablar de plazos de terminación y entrega.
Sin embargo, se mueve
No obstante a estas adversidades, Los Cuenteros continúan embarcados en esa travesía mágica de trabajar para los niños. La Noche más oscura, espectáculo de un autor holguinero, es la más reciente de las aventuras en la cual están inmersos sin importar las difíciles condiciones de trabajo.
¡Qué diferente será cuando regresen a su sede! Allí los espera la programación habitual, el público, otros grupos de teatro…, regresarán los talleres y se convertirá en un centro que, desde el punto de vista cultural, aportará a la tan necesaria reanimación de espacios, donde el aprendizaje y la formación de valores se mezclen con el entretenimiento.
Fundados en el año 1969, Los Cuenteros siguen inspirados en aquel sueño inicial de Graciela González Hernández y Julio Capote Cao. Más de cinco décadas después, sus discípulos se han convertido en artistas de pueblo que, con profesión y talento, asumen cada día el protagonismo de convertirse en embajadores del Ariguanabo y la provincia de Artemisa en Cuba y el resto del mundo.
Muy poco falta para el 10 de mayo, cuando se cumplen 24 meses de iniciada la obra, que pudiéramos calificar como la más larga de Los Cuenteros. La construcción y mantenimiento de la sede del guiñol en San Antonio de los Baños sería el mejor regalo por tantos logros y alegrías en cada puesta en escena.



