Ni el propio profesor Luis Casas Fernández puede definir con exactitud los años que ha desandado por los pasillos del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Mártires de Humboldt 7. Aunque quisiera, tampoco puede recordar el nombre o el rostro de todos los estudiantes que tomó de las manos para juntos escudriñar los laberintos de la Historia de Cuba. Una cosa si defiende a ultranza: “este es mi hogar”.
“Si tuviera que definir lo que despierta la escuela para mí, diría: sentido de pertenencia. Y no solo se trata de ese sentimiento inculcado en el alumnado. El amor lo llevamos también sobre pecho el personal docente, los trabajadores, los padres… Somos la familia Humboldt 7.”

El profe Luis Casas es muy querido por estudiantes y egresados / Foto tomada del perfil en Facebook de la Institución
Más de 25 años ha dedicado este encumbrado profesor a la preparación de alumnos de duodécimo grado para los exámenes de ingreso a la Educación Superior. Pero, en todo este tiempo, no solo ha enseñado una materia; también pone su empeño en moldear personas comprometidas con la ética, la empatía y la contribución positiva a la sociedad.
“Es verdad que aquí formamos los futuros científicos de Cuba. Mas no nos conformamos con ello. Preparamos a nuestros estudiantes para la vida. Queremos hombres de ciencias, sí; pero, que sean buenas personas”.
No es casualidad que sorprendan al visitante la disciplina estricta, la organización de las áreas, el uso impecable del uniforme, las buenas conductas al hablar o al escuchar…
“Los muchachos llegan en décimo grado con unas características y terminan siendo más respetuosos, más considerados, más trabajadores. Luego, a cualquier universidad que vayan, destacan por su honestidad. ¡Ese es nuestro mayor orgullo!”




La formación integral del alumnado es objetivo primordial de esta institución / Fotos: Otoniel Márquez
Más allá de las aulas
Es muy fácil identificar un estudiante de IPVCE. Resalta a la vista su compromiso con el estudio, por el enfoque académico riguroso y su sólido desempeño en asignaturas como Matemática, Física, Química, Biología, entre otras. También, presentan una insaciable curiosidad intelectual. Tales aficiones los ayudan a desarrollar habilidades para abordar desafíos desde múltiples perspectivas.
Toda esta preparación es comprobada en competencias académicas y científicas, cuyos resultados dicen del prestigio y el verdadero talento dentro de la institución.
“Exhibimos un total de 21 medallas en concursos nacionales. De ellas tres de oro (Química, Geografía e Inglés), 19 de plata y ocho de bronce. Matemática es la asignatura que más se destacó en competencias de este nivel”, comenta Alberto González Juara, subdirector docente.
“Asimismo, ocho de nuestros estudiantes integraron la preselección nacional, de ellos dos con resultados en eventos internacionales”.
Pero no solo la preparación y las calificaciones en concursos centran la atención del claustro y los estudiantes. Un indicador, nada depreciable, es el resultado en pruebas de ingreso a la Educación Superior.
“En la última convocatoria, aprobaron las tres asignaturas el 94,6 por ciento (%) del total, cifra que nos hizo merecedores del segundo lugar a nivel nacional en resultados en pruebas de ingreso”, aclara González Juara.
Los protagonistas
Profesores y estudiantes conforman el engranaje perfecto. Pese a la difícil tarea que supone en la actualidad el completamiento del personal docente, el pre de ciencias exactas se prestigia de poseer un claustro bastante estable que logran cubrir completamente con profesores reincorporados y contratados, que si bien no es lo ideal, representa una alternativa viable frente al déficit. Hoy suman 11 contratados que incluyen también los entrenadores de concurso. Todos son profesionales muy calificados, justo como exige y merece el alumnado.
De ello dan fe, Aylema Elejalde Farías y Lázaro Manuel Hernández Reyes, ambos estudiantes de décimo grado e integrantes de la preselección de Biología. Reconocen en la preparación una ventaja inigualable para enfrentar la carrera universitaria que desean.

La contratación de profesores es una alternativa viable frente al déficit de maestros / Foto: Otoniel Márquez

La preparación de los estudiantes en este tipo de instituciones demanda profesores calificados / Foto: Otoniel Márquez
Diego Darío Ortega Díaz y Flavia Chile Oceguera componen el aula de 35 estudiantes, ganadores de concurso, que cursan su noveno grado aquí. “Geniales”. Es el adjetivo que usan para calificar a los profesores que los conducen en este viaje. Diego, un apasionado de la Matemática-Computación, y Flavia, amante de la Física, ven en ese acompañamiento la manera de cumplir metas y sueños elevados.
Justamente el experimento de formar estudiantes del último año de Secundaria Básica, ganadores de concursos de ciencias a nivel provincial es, a consideración de Alberto González Juara, un hecho positivo dentro de la institución.
“Al principio hubo cierto escepticismo, pero hoy es muy favorable. Los muchachos están dentro del IPVCE. Conocen las exigencias de las preselecciones y han asumido muy bien la celeridad del aprendizaje de este tipo de escuelas. De igual forma, es provechosa la relación con estudiantes de grados superiores.”
Impulso necesario para seguir
“La escuela se sometió por última vez a una reparación en 2005. En la covid-19 fungimos como centro de aislamiento, primero, y hospital, en la segunda oleada; lo cual encendió las alarmas sobre el estado constructivo de las instalaciones. Resultaba inminente su remozamiento”, explica, Noelia Pérez Pérez, subdirectora económica.
“La primera etapa comprendió toda la reparación de la estructura hidro-sanitaria con un emisor hasta la laguna de oxidación. También extendieron las obras hacia los dormitorios de varones.
“Otra fase comprendió los albergues de las niñas, incluyó además el gimnasio y la piscina, sin la inversión de los motores del cuarto ni las máquinas de filtro; también se recuperó un laboratorio de Química y los baños del docente, acciones que significaron el gasto total de unos 22 millones de pesos.
“Aún están pendientes las acciones de mantenimiento en la cocina comedor, el teatro y la construcción de una acera desde la garita de seguridad hasta el lobby”, concluyó.



Preocupantes alarmas
Con un registro total de 323 estudiantes, Humboldt 7 exhibe en la actualidad una de las matrículas más reducidas de los últimos tiempos. Los municipios más representados son San Antonio de los Baños, Bahía Honda, Artemisa y San Cristóbal, mientras que Guanajay es el más deprimido, explica Dalila Sansón Suárez, secretaria docente.
“Varios factores pudieran estar actuando sobre este decrecimiento de los planes de ingresos a la institución, especula Alberto González Juara. “No podemos negar el impacto de la COVID-19 sobre el sistema de enseñanza cubano, la crisis económica desatada desde entonces y el sobresfuerzo de las familias para sustentar a los hijos que permanecen el mayor tiempo en un centro interno”.
Por su parte, Luis Casas Fernández, el profe de Historia, agrega que debe ser prioridad de las direcciones municipales de educación, y un parámetro a medir en las secundarias básicas, incentivar el ingreso a estas escuelas, “quien esté poniendo frenos a ello, estará entonces poniéndole paro a la rueda de la Revolución, porque este es uno de sus más nobles proyectos”.

En todos los tiempos, más allá de formar hombres y mujeres de ciencias, enel IPVCE artemiseño se logra una formación integral del estudiantado / Foto: Otoniel Márquez
Salí de esa escuela hace 30 años y todavía siento mucho orgullo, lo q soy hoy, en gran medida lo debo a mi paso por ahí. Hoy tenemos un grupo de WhatsApp con estudiantes y profesores de diversas generaciones en H7 y a todos nos mueve el mismo sentimiento. Éxitos para esa grandiosa escuela y todos sus miembros.
Recuerdo con cariño al profe Luis Casas. En 10mo grado me ayudó con sus sabias palabras a entender la manera en que debía estudiar para poder avanzar en Humboldt 7. Viniendo de una secundaria malísima, mi preparación era inferior a la de mis compañeros, y las clases un agobio total porque el nivel era alto. Pero seguí sus consejos, y logré finalmente graduarme. Siempre le estaré muy agradecido. Por otro lado, quisiera manifestar mi desacuerdo con la decisión de que la Escuela no acepte a los estudiantes de Bejucal, que están a solo 8 km, y sin embargo los envien al IPVCE de Mayabeque que está considerablemente lejos, con el consiguiente gasto de combustible/medios de transporte. Me parece a mi, que en Cuba no llueve el dinero, como para hacer algo tan absurdo.
Sergio González. Promoción 25
Magnífica escuela, en ella pasé mis mejores años de mi vida de preparación, estudio y consagración. Magnífico claustro de profesores.