Desde hoy, la página web de el artemiseño se hará eco semanalmente de las inquietudes de la población que llegan a nuestra redacción en busca de soluciones.
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A Cambios que llevan respuesta, aludimos el 5 de diciembre de 2023, acerca de la pésima situación con el transporte, específicamente en el ómnibus Artemisa– Bauta que pasa a las 7:00 a.m. y no hay más salida hasta las 7:00 p.m., con destino a El Lido.
La respuesta, fechada el 12 de diciembre, llegó a la redacción el 10 de enero, y explica, que “se analizó la queja con el director provincial de Pasaje de la empresa, el Especialista B de Transporte Automotor y el jefe de Operaciones UEB Artemisa-Pasaje.
“Es cierta la preocupación, pues, la transportación pública mediante ómnibus se ha afectado por carencia de combustible, lo cual no nos permite cumplir el plan de viajes hacia diferentes destinos, entre estos la ruta Artemisa–Lido.
“En noviembre solo hubo dos salidas diarias, de 14 planificadas, en diez días de los 30 del mes. En diciembre no ha habido ninguna por no tener combustible asignado, y enero también tiene una situación complicada”, responde Jhoan Hernández Pérez, director de la Empresa Provincial de Transporte.
Buscar soluciones, alianzas y establecer estrategias no puede caer en saco roto, en situaciones tan complejas como la actual. Alguna vía tendrá que salir a flote para transportar a los artemiseños, con nuestros recursos y sin tanto daño al bolsillo, consideramos.
La opinión refiere preocupación acerca de la transportación ferroviaria y la necesidad de ins- pectores en la vía, aspectos no concernientes a esta Empresa Provincial de Transporte, refleja también la respuesta, sino a la dirección que radica en el Gobierno Provincial, por quien esperamos para cumplir con la lectora.
Sin justificaciones sobre reudas
También con varias interrogantes sobre la situación con el transporte en la localidad, llega la misiva a nombre de Yoel Hernández Martínez, residente en calle 50, entre 17 y 19, Artemisa.
Una de sus preguntas es, “¿cómo es posible que el transporte público sea arrendado a cooperativas, organismos o a particulares para uso personal, afectando al pueblo, obligado a hacer uso del transporte privado y pagar sus altos costos?
También desea saber sí, “¿a estas entidades que solicitan el servicio de alquiler no le permiten realizar asis- tencia pública?, ¿qué ocurre con el funcionamiento del tren?”. Son otras de sus tantas inquietudes.
Considera que la entidad responsable debe ser capaz de regular los precios que adulteran los transportistas particulares y controlarlos. Confía en una pronta respuesta con menos justificaciones y más soluciones.
Por Yudaisis Moreno y Yoadis Márquez
