¡No lo creo!, fue la exclamación de quien cerca de mi recibió aquel audio de la delegada Hilda, esa que anda como lo tiempos, y desde WhatsApp con delegados y electores, lo mismo solicita una donación de sangre, informa la entrada de los medicamentos, o como esta vez, explica la salida de una guagua —por el valor de 100 pesos que traslada (cada domingo) con salida en la Terminal de trenes, a los estudiantes universitarios de Artemisa hasta la Universidad de La Habana.
La noticia, tanto como arrancar de mi rostro alguna alegría inesperada, me lanzó a creer en la importancia de dirigir con creatividad y alianzas, combinando la infalible fórmula de pegar más los oídos a la tierra, de gobernar y no solo mandar; de no pasar inadvertidos los problemas acuciantes de nuestra gente, que sí bien no clasifican como vulnerables en la Cuba de hoy, sí se reinventan a diario al conquistar un sueño.
La Asamblea Municipal del Poder Popular en Artemisa convino con la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), que la guagua rentada por la Unidad Empresarial de Base # 13, es decir la Casa de la Música artemiseña, transportaría cada domingo a los futuros universitarios que estudian en la capital de todos los cubanos; mientras el transporte común de ellos, el tren no pueda prestar el imprescindible servicio, por causas disímiles.
El precio de 100 pesos el pasaje, por unos 50 kilómetros de viaje, daba al traste en mis oídos con los 500 como promedio, sin contar la incertidumbre del traslado, que ya hacían hueco en las carteras de cientos de familias poseídas por la ilusión de un título universitario, en momentos tan complejos.
¡Cuánto aporte a la satisfacción de quienes mañana regresarán siendo los profesionales de Artemisa! ¡Qué solución más local desde el órgano legislativo de los artemiseños! ¡Vaya respuesta idónea a un longevo planteamiento! ¡Cómo las alianzas aportan al terruño de todos!, pensé, mientras reenviaba la noticia a otra artemiseña que en breve se dispone también a dar noticias, y por supuesto publicamos para conocimiento de todos.
“Esa es una solución, pero existen otras por intermedio de un Proyecto de Desarrollo Local que asume tres guaguas, las cuales cubren rutas dentro del municipio, (los nueve consejos populares), y también fuera, para conectarnos con los hospitales, en tanto la situación del transporte de pasajeros no tenga un final feliz.
“Se unen a la disponibilidad de transportación otras formas de gestión no estatal”, asegura Euler Velázquez Cantillo, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Control y seguimiento es el próximo paso —diría yo— para encontrar sostenibilidad y confianza en cuanto hacemos, en medio de tanto optimismo por arrancarle cada día un pedacito a los problemas.
Al explicar de escases de combustible hasta para la salud y la educación, siempre hay quien burla ese escollo y sale airoso sobre ruedas a precios nunca vistos, como los 1 200 pesos de los viajes a Matanzas para participar de la gran final de la II Liga Élite del Béisbol Cubano.
Esos mismos transportes o muchos, para no ser absoluta, escapan de cualquier control y viajan por detrás del telón, y por delante de nuestros ojos, para beneficio de un solo bolsillo, que no es el pueblo, y “encuentran combustible”, en el mismo momento en el cual no hay ni en Cupet.
Me pregunto, ¿si las empresas, las cooperativas agropecuarias, u otros centros laborales con ómnibus, controlan qué, cómo, cuándo y para qué andan sobre ruedas sus vehículos, no será más fácil dar apoyos de este tipo?
¡Qué sean otras respuestas a planteamientos de los artemiseños las que le sucedan a este de los estudiantes universitarios, quienes ya al mediodía de los domingos tienen el alivio de andar sobre ruedas de Artemisa a la Universidad de La Habana!