La estirpe, las ganas, la fe, la garra de los Cazadores de Artemisa no flaqueó ante etiquetas de favoritos o presión de una gran plaza como el estadio Latinoamericano. Creer ha sido su divisa desde que Yulieski González tomó las riendas del equipo, y hoy remontaron un marcador adverso para demostrar que lo de «Vamos por más» no es solo un eslogan, sino la convicción de pelear hasta el final por el triunfo.
Con esta victoria, la tercera en la semifinal, colocan a los Leones al borde de la eliminación, pues a los nuestros solo los separa un éxito de estar en la gran final de la II Liga Élite del Béisbol Cubano.
Un choque cerrado, con apenas una anotación de los anfitriones, mantuvo todo el tiempo en tensión a los aficionados, pues ni los artemiseños lograban empatar (pese a tener hombres en bases en varias oportunidades), ni los capitalinos conseguían ampliar la ventaja y sentir algo de tranquilidad.
Así transcurrió el pleito hasta el noveno episodio, cuando los Cazadores sacaron el extra, como si les fuese en ello la vida, como si fueran los que estaban perdiendo la serie por dos partidos a cero, como para premiar los casi 20 ómnibus cargados con sus fieles que acudieron a apoyarlos al Coloso del Cerro.
El capítulo decisivo comenzó con el toque de bola perfecto de Yoan Moreno y otra esprintada suya endemoniada hacia primera base; pese al out sobre Luis González, detrás llegó el jit de Cepeda y el de Dennis Laza que impulsó el empate; después un out a Raúl González y, entonces, el cañonazo de José Antonio Jiménez que trajo hacia home la carrera de la ventaja.
La película cambió: era Industriales quien estaba contra la pared… y escaló el box el supersónico Liván Moinelo.
Sin embargo, un roletazo de Cristian Rodríguez y un error en tiro colocó la igualada a 180 pies de la goma, para poner más tensión al desafío. ¡Un sacrificio lo acercó a solo 90 pies! Y el batazo final se transformó en doble play, justo cuando el receptor artemiseño impidió que el corredor anotara.
Fue un duelo muy peleado, como solo podía ser y como merece la afición. Lo ganó quien mejor lo hizo sobre la grama, quien demostró más talento y garra. La victoria va al currículo del guerrero Israel Sánchez y el salvamento a la cuenta de Moinelo.
Habrá que ir paso por paso: resta todavía vencer una vez más. No obstante, a estas alturas y con ese balance de 3-0, a pocos se les ocurre que los Leones puedan imponerse en cuatro juegos consecutivos. Estos Cazadores han probado ser más grandes que el Latino, y ya muchos andarán con la mente en la gran final… y en otra hazaña.