Recordar a personajes como José Dolores Quiñones, un humilde zapatero artemiseño que, en medio del pueblo, tocaba con su guitarra las canciones más emblemáticas de su época y a quien le debemos Los Aretes que le faltan a la Luna y Vendaval sin rumbo es el objetivo primario de la velada para los artistas artemiseños ya ausentes.
Gerardo Quintana Cruz, músico y organizador de la segunda edición del evento dedicado a quienes ya han fallecido, pero son esenciales en la cronología musical artemiseña, agradeció a la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y a la dirección municipal de cultural por el apoyo para la realización de este merecido homenaje.
El encuentro comenzó con la reproducción de algunas canciones de Pedro Frías, Polo Montañez y Los 6 del Sol, y recordaron a orquestas como el Conjunto artemiseño, Conjunto Habana y Conjunto Cristal.
Alberto Aguila Iglesias, uno de los solista invitados, exhortó a “no olvidar el pasado para proyectar el futuro. En eso tiene un rol fundamental la radio, pues debe ser testigo del tiempo y rescatar grabaciones de algunos artemiseños memorables para que las nuevas generaciones conozcan su obra”.
Quintana Cruz agradeció la presencia y colaboración de Carlos Urrutia Salgado, distinguido trompetista de la Sonora Cubana Artemiseña y otros grupos musicales, por contribuir a salvaguardar el patrimonio de muchos de los grupos de los años 30 hasta la actualidad.
Justo a un año de la primera edición, traer de vuelta el sonido artemiseño del ayer es la premisa para recordar a los ausentes en un evento que promete cumplirse cada diciembre.