Todavía recuerda aquellas intensas jornadas en las que se construía el muelle de la Terminal de Contenedores, así como los puentes y la ferrovía, en la Zona Especial de Desarrollo, y no cesaba el ajetreo constante en el traslado de elementos prefabricados.
Esas fueron de las primeras obras en las que intervino Yusnay Pino Campos, quien actualmente se desempeña como jefe de la brigada de izaje en el patio industrial (también conocido como patio de prefabricados), de la Empresa de Construcción y Montaje Mariel.
Cuando apenas surgía este centro integró su equipo. “No tenía experiencia alguna en el sector, pero pretendía ser parte del proyecto; me capacitaron y entré como ayudante de izaje”.
Tras unos nueve meses en esta responsabilidad se incorporó a un curso para formarse como operador de grúas pórtico y, más tarde, pasó a ser jefe de cuadrilla, desempeñándose al unísono en ambas funciones.
“He asumido paulatinamente responsabilidades que demandan más de mí, y siempre me he mantenido en el mismo sitio. Me enorgullece ser de los primeros en formar parte de esta empresa y de la UEB Producción Industrial, así como de la Zona Especial.
“Era complicado incursionar en algo que nunca había hecho. Tuve que partir de cero; ni licencia de conducción tenía. Para trabajar en el izaje, tiene que realmente llamarte la atención este oficio, de lo contrario, nunca llegas a ser gruero. Es una labor de mucha responsabilidad”.
Los deseos de crecer lo hicieron sobreponerse y superarse día a día. Actualmente, 12 trabajadores integran la brigada que lidera, entre estos, operadores de manitou, grúas camión, retroexcavadoras, equipos multipropósitos…, así como, ayudantes.
Cuando inició la preparación del Destacamento Maestros de la Construcción –hace ya algunos años- no lo pensó dos veces para sumarse a la novedosa idea, tras ser seleccionado debido a su experiencia y habilidades. “En cuatro o cinco meses nos formaron; teníamos a nuestro favor la práctica, pero debíamos profundizar en lo teórico y no teníamos dominio de la pedagogía, por lo que debimos enfrentarnos a este desafío”.
Desde que se constituyó el destacamento ha sido el único que se dedica a la formación de operadores de equipos de izaje. “Ser Maestro de la Construcción conlleva un arduo trabajo: es preciso poner un extra de esfuerzo porque debes, además, cumplir con tus tareas.
“Un gruero, para formarse desde cero, demora años, no es misión de dos días; tú le das los principios y él va adquiriendo experiencia, pero después depende mucho de su interés y capacidad”.
Entre otras de las obras que más lo han marcado señala el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. “Las labores del CIGB fueron bravas, hasta altas horas de la noche trabajando. Fue una obra muy grande; de esa magnitud, la primera que recuerdo. Ahora está la Fábrica de Vidrios que tiene dimensiones similares”.
También ha visto germinar proyectos como el Centro de Elaboración y Distribución de Alimentos (CEDA), la Estación intermodal, las viviendas de Quiebra Hacha, el edificio socioadministrativo de la Terminal de Contenedores, el Centro de Negocios, la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería (conocida por algunos como Geidos)… En estos momentos, trabajamos en el montaje de la cerca perimetral de la TCM, que colinda con nuestras instalaciones”, especifica.
Yusnay domina todos los equipos del patio industrial, pero la grúa camión marca su preferencia. “Te permite enfrentarte a nuevas tareas a diario, no es como la pórtico, que asume la misma durante cada jornada. A este oficio llegué por azar del destino y, sin embargo, ¡hay gruero para rato!; ya no sé qué hacer sin él”.