Esa es la mejor terquedad, mantenerse en sus 13, porque para Artemisa tal testarudez significa celebrar, y lo hace de una manera provechosa, con una intensa jornada de higienización en las entradas de la ciudad, sus organopónicos, instituciones educativas y centros laborales de todo tipo.
Tanto en la dirección municipal de Educación, como en la secundaria Pedro Ortiz y otros planteles, pusieron todo su empeño en dejar todo más reluciente. Raudel Oceguera, del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO), aludió al compromiso de los trabajadores del sector, siempre entre la vanguardia y poniéndole el corazón.
Nelson Luis Rodríguez, el director municipal, señaló que uno de los objetivos principales consistió en unir a los trabajadores, ya fueran profesores o personal no docente, y hasta a los alumnos se sumaron a recoger áreas y contribuir con la limpieza de sus escuelas.
Sin temor al fango tras las lluvias, se sumaron decenas de manos de los trabajadores del Comité Militar y de la CTC en el municipio, a desyerbar canteros y pasillos de los organopónicos. Es una jornada productiva para también garantizar más alimentos al pueblo, afirmó el coronel Lázaro Ramos Rivero.
Mientras, a la entrada de la ciudad, el zumbido de las chapeadoras confirmaba el tesón por hacer de Artemisa un verdadero jardín.







