Hace más de tres décadas, en la avenida 39 de la comunidad de Cabañas, un hogar concebido para brindar atención y cuidados a los adultos mayores, acoge a quienes demandan de la asistencia que les proporciona una institución de este tipo.
En el Hogar de Ancianos Vicente Álvarez Noa, Rosario -quien más calendarios alberga en el centro- ha encontrado durante 24 años la compañía necesaria; tiempo después, también se sumarían Juan Bautista, Florencio, Ofelina, entre otros que actualmente conviven en dicho espacio.
Antes del triunfo de la Revolución, en este lugar de la geografía marieleña se erigía un cuartel, que más tarde convirtieron en escuela. Posteriormente, a partir de la necesidad de constituir un Hogar de Ancianos, se amplió su estructura con el propósito de crear condiciones para 30 capacidades, y en octubre de 1987 abrió sus puertas.
Treinta y seis años después llama la atención el deterioro constructivo de gran parte de la instalación, motivo por el que debieron reubicar a 14 ancianos en otros locales de la propia morada.
En contexto
La situación constructiva se agravó a finales del 2019. Hubo un movimiento telúrico en Pinar del Río y al parecer tuvo su incidencia en la zona; esas grietas tan marcadas se presentaron de un momento a otro, plantea la licenciada en Enfermería Evelin Hernández Álvarez, su directora durante los últimos ocho años.
En mayo del 2020 se hizo más evidente, provocando la clausura de la lavandería y el almacén de víveres, por el gran deterioro, sobre todo de las paredes. En ese momento el almacén se ubica en una oficina, cuyo personal se trasladó hacia un local que les facilitaron en la Sala de Rehabilitación.
Pero el daño no quedó ahí. Hace unos tres meses debieron cerrar cuatro cuartos y dos baños, justo el área construida antes de la inauguración, donde hacían estancia los impedidos físicos.
“En el 2019 esos cuartos tenían unas pocas grietas; no de la manera que está ahora, que puedes mirar de un lado a otro. Hace un año las condiciones empeoraron, sobre todo en los últimos seis meses”, especifica.
Entonces, fue preciso reubicar 14 de los 29 ancianos en los locales restantes: de nueve cuartos, quedaron cinco disponibles, por lo que convirtieron el almacén de lencería y la dirección en otras dos habitaciones. “Ahora hay hacinamiento. Tengo un cuarto con ocho personas, que es el más crítico, y otro de seis”, señala.
Una vez más la Sala de Rehabilitación se solidarizó y les permitieron ubicar en dos locales donde no brindaban servicio, el almacén de lencería y el de víveres (pues fue necesario trasladar la dirección para la oficina donde estaba), así como la lavandería.


Acciones anteriores
“A partir de un donativo español para acciones de mantenimiento y reparación, y la adquisición de artículos, entre el 2010 y el 2015 se hicieron algunos trabajos, pero cesaron las labores ante situaciones presentadas en el municipio y quedaron tareas pendientes”, afirma Hernández Álvarez, quien en ese tiempo aún no formaba parte del colectivo.
“El estado constructivo distaba mucho del actual. En ese momento, se cambió el piso del comedor, así como sus puertas y ventanas. La meseta de la cocina y la de la enfermería se azulejaron, pero fue tan mala la calidad del trabajo que en menos de dos años se hizo visible su deterioro. También azulejaron los baños, sustituyeron tazas y lavamanos; no obstante, nunca pusieron la instalación hidráulica ni terminaron la sanitaria”, acota.
En ese sentido, agrega que “el agua se manipula de forma manual porque no hay instalaciones, lo cual ha sido un reclamo constante, pues esto va en contra de la calidad del servicio al anciano. Además, nos llega muy poca; prácticamente recibimos el servicio por pipas”.
Como resultado del donativo, también se adquirieron efectos electrodomésticos, mobiliario y materiales de oficina; se pretendía comprar un transporte (tipo panelito) para el traslado de los ancianos, pero se recibió un carro ligero.


Buscar una solución
Sobre la situación expuesta, Meraeldis Sánchez Matos, jefe de la Unidad Administrativa de Salud Pública en Mariel, asevera que “no está planificado entrar este año en una reparación o mantenimiento del hogar; debido a su deterioro requiere una reconstrucción. El expediente ya se encuentra en la Dirección Provincial de Planificación Física, a fin de que aprueben la microlocalización. El gobierno tiene una reserva en el presupuesto de la provincia para el próximo año y la intención es tratar de incluir a la institución en las inversiones del 2024”.
Al respecto, Orlando López Tabares, inversionista de la Dirección Provincial de Salud (DPS), manifiesta que la prioridad es buscarles una ubicación a los ancianos para ejecutar la obra una vez aprobada, pues, aunque se incluya en el plan, no pueden acometerse las labores sin haberlos trasladado.
Añade que, según le comentó el intendente del municipio, “en Quiebra Hacha, el Proyecto Mariel ejecuta un complejo educacional incluye una secundaria. Al concluirse, quedaría desocupada la construcción en la que radican actualmente los estudiantes de dicho nivel, y la idea es destinarla al hogar.
“Esta es una alternativa, pero quizás pueda encontrarse un espacio en otra localidad. No obstante, esa secundaria hay que adecuarla a las condiciones de un hogar. A fin de ganar tiempo, una vez aprobada esta propuesta, contactaríamos a una Empresa de Proyectos de Pinar del Río para tener lista la documentación requerida y emprender la rehabilitación en cuanto sea posible”.
Hogar adentro
En este centro de carácter provincial conviven 13 mujeres y 16 hombres. “Siempre hemos alcanzado las 30 capacidades, pero en este momento, luego de quedar una disponible, no pudimos cubrirla debido a la situación constructiva presentada”, insiste la directora.
También, cuentan con 15 plazas día, lo que les permite atender igual número de ancianos de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 5:00 p.m., y los sábados hasta el mediodía.
Con una fractura de cadera reciente ingresó a la entidad la marieleña Ana Luisa Diego Pérez, de 83 años, el pasado febrero. “Ha sido fundamental la ayuda de las asistentes; después me operaron de un quiste en un brazo y la recuperación fue satisfactoria. He hecho varios amigos y agradezco el buen trato”.
Junto a ella, Yadelis Ferrer Otero, una de las asistentes a pacientes, la auxiliaba. “Los cuidamos y nos encargamos de ayudarlos en cuanto requieran. Somos las responsables de todo: si se asean, comen, bañan… Pendientes de sus necesidades trabajamos turnos de 24 horas”, explica la joven de 25 años.
Disponer de atención médica también es una de las fortalezas, a decir de la licenciada en enfermería Dianelis Pérez Collazo, quien hace 35 años labora allí y actualmente se desempeña como jefa de enfermeras. “Al jubilarse la doctora que estaba previamente, nos prestaba servicio el policlínico y teníamos uno diferente cada día. En mayo entró una nueva doctora, y desde entonces solo hemos remitido a un paciente, porque los consulta a diario y adopta la conducta de inmediato”.
Una mirada a la provincia
Además del Hogar de Ancianos de Mariel, el territorio cuenta con otros cuatro, ubicados en Caimito, Bahía Honda, Alquízar y Artemisa, con 196 capacidades en total. Estas instalaciones resultan insuficientes y actualmente 42 personas se encuentran a la espera: cinco mujeres y 37 hombres.
“En el presente año, la población adulta mayor de la provincia es de 102 512, representando el 19.9 por ciento de la población total. El municipio más envejecido es Guanajay, seguido por Bauta y Artemisa; en tanto, el menos envejecido es Alquízar”, precisa Mireyda Torres Morales, jefa del departamento de Adulto Mayor, Asistencia Social, Discapacidad y Salud Mental, de la DPS.
En la atención al adulto mayor, las Casas de Abuelos también juegan un papel determinante. “A excepción de Mariel, Caimito y Alquízar, los ocho municipios restantes cuentan con una, y se alcanzan 310 capacidades. Los dos primeros ya tienen identificado un local para destinar a este fin”.
Según López Tabares, este año se han ejecutado varias acciones en el hogar de Alquízar, que incluyeron “trabajos de albañilería, en la hidráulica, así como de electricidad y pintura; quedan tareas pendientes para el próximo. En el de Artemisa se hace actualmente un sistema sanitario con una fosa, ante dificultades presentadas con el anterior, y previamente se acometieron otras labores durante la presente etapa”.
Por otra parte, puntualiza, “en Caimito y Bahía Honda (el que está en mejores condiciones) está previsto entrar en el 2024 con algunas acciones de mantenimiento”.
La encomiable labor a la que están llamados estos centros debe constituir una prioridad a todas las instancias. Encontrar una solución definitiva en el Hogar de Ancianos de Cabañas ha de ser tarea de hoy, sin dar lugar a un incierto mañana.
HOGARES DE ANCIANOS
Municipio | Adultos Mayores | Mujeres | Hombres |
Caimito | 54 | 12 | 42 |
Artemisa | 50 | 19 | 31 |
Bahía Honda | 38 | 9 | 29 |
Mariel | 29 | 13 | 17 |
Alquízar | 25 | 10 | 15 |
Total | 196 | 63 | 133 |
CASAS DE ABUELOS
Municipios | Adultos Mayores |
San Cristóbal | 60 |
Bauta | 50 |
Güira de Melena | 40 |
San Antonio de los Baños | 40 |
Artemisa | 35 |
Guanajay | 35 |
Candelaria | 30 |
Bahía Honda | 20 |
TOTAL | 310 |
Municipio | Población 2023 | Adultos Mayores | Por ciento de envejecimiento poblacional |
Artemisa | 86 561 | 17 730 | 20.4 |
San Cristóbal | 71 177 | 14 243 | 20.0 |
San Antonio de los Baños | 51 332 | 10 361 | 20.1 |
Bauta | 51 317 | 10 796 | 21.0 |
Mariel | 44 464 | 8 582 | 19.3 |
Caimito | 42 556 | 8 329 | 19.5 |
Bahía Honda | 42 522 | 8 625 | 20.2 |
Güira de Melena | 40 219 | 7 832 | 19.4 |
Alquízar | 33 510 | 5 609 | 16.7 |
Guanajay | 28 031 | 6 356 | 22.6 |
Candelaria | 21 368 | 4 049 | 18.9 |
Total | 513 057 | 102 512 | 19.9 |
