El K-59, uno de los sitios emblemáticos de la capital artemiseña, empieza a cobrar vida con ofertas gastronómicas, después de muchos años de silencio. A sus propuestas y ambiciones nos acercamos desde este semanario.
Nunca es tarde si la dicha llega, reza el archiconocido refrán. Luego de varios años cerrado, a merced del abandono y el olvido, en vísperas del 26 de Julio se reinauguró en el municipio de Artemisa un área del complejo recreativo K-59, uno de los sitios emblemáticos de la Villa Roja.
En La veguita, como se le conoce a la parrillada, especializada en carne de cerdo, Alejandro Hernández Peña, director de la UEB, explicó que ofertan: masas y costillas fritas, brochetas, cerdo asado, chuletas, hamburguesas, además de panes con bistec y otros surtidos. Con un horario de trabajo, de martes a viernes, desde las dos de tarde y las diez de la noche, y los fines de semana, hasta las 12 a.m., el lugar resulta acogedor también por la brisa de los árboles.
“El rescate del espacio corrió a cargo del Fondo Cubano de Bienes Culturales y la reconstrucción demandó siete millones de pesos”, dijo Hernández Peña. “En el futuro se piensa reconstruir el resto de la instalación, con restaurante, barra y área de fiestas”, tal como lo recordamos las más jóvenes generaciones, que lo mismo asistimos allí a una celebración de quince años, que cenamos en su salón.
Por el momento, la Empresa Filial de Comercio garantiza la presencia de carne, pero ya disponen de una cuenta bancaria como Proyecto de Desarrollo Local (PDL), con cuyos fondos crecientes deben abastecerse en el futuro. “Con el dinero de la Resolución 99 compramos cervezas, jugos y refrescos”.
La parrillada tiene capacidad para 80 personas, y los precios oscilan entre el pan con hamburguesa a 90 pesos, hasta un plato de cerdo asado, a 650 pesos, que consiste en media libra de carne y una guarnición de vianda frita o hervida, según disponibilidad. Y aunque existe la opción “para llevar”, que ya beneficia a la comunidad, su colectivo aboga por brindarle a los comensales un servicio de calidad en sus predios, unido al consumo de los líquidos.
Sobre la posibilidad de diversificar la oferta, Hernández Peña dijo que no, por el momento; mas, aspiran a incorporar, a largo plazo, pollo y otros productos, lo cual dependerá de los precios y el acceso. Asimismo, el director anunció la apertura de la coctelería y, más adelante, la implementación de la mensajería en la localidad. Música grabada, servicio de parqueo, wifi y una ubicación privilegiada en la Carretera Central, hacen del K-59 un lugar a tener en cuenta entre las opciones para la familia artemiseña, o de paso hacia otro destino.

Presente y futuro en el camino
La veguita pertenece a un PDL, con financiamiento del Gobierno Provincial. Como parte de la segunda etapa se prevé la recuperación del restaurante, cocina y área de festejos, y de acuerdo con Adina Escalona Aguilar, directora de Desarrollo de la Empresa Provincial de Comercio, Gastronomía y Servicios, ya trabajan en la elaboración del presupuesto por parte del Fondo Cubano de Bienes Culturales.
“Una parte del presupuesto lo aportará el Gobierno y la otra procederá de la Empresa Filial de Artemisa”.
Escalona apuntó a la necesidad de evaluar al administrador en el Centro de Gestión del Conocimiento, cuya calificación permitirá a la unidad ser considerada como parte de la Resolución 28, que le confiere mayor autonomía.
Ante la inquietud de por qué no se implementó en esta unidad el código QR para el pago electrónico, la directora de Desarrollo explica que al crearse una cuenta nueva, Etecsa debe habilitarlo lo antes posible, a tono con el proceso de bancarización de la sociedad.
Incluso, “queremos que el cliente revise la carta menú a través de esta plataforma y, si lo desea en un futuro, podrá reservar una mesa mediante la página web Sabor Cubano”.
En cuanto al suministro de la carne, corre a cargo, en su mayoría, del Centro Multiplicador de Capa Oscura San Pedro, entre otros proveedores.
Escalona Aguilar explicó que, en correspondencia con la línea de proyectos de desarrollo local, “nos proponemos recuperar instalaciones emblemáticas en los municipios. Por ejemplo, en San Antonio de los Baños, La Quintica y La Taberna del Tío Cabrera, ambas de continuidad en 2024, debido a la envergadura de estas inversiones.
Asimismo, vamos a remozar otros sitios como la tienda minorista La Casa Verde en Alquízar, el restaurante Ojo de Agua, en Guanajay; TropiHabana y El Cochinito en Bauta, unido a la importancia de que cada localidad presente proyectos de desarrollo en aras de rehabilitar los centros de elaboración. Estos garantizan muchos surtidos de la llamada “línea económica”, cada día más indispensables”.
El resto depende de la constancia y el interés por conservar lo logrado hasta la fecha en el K-59, un sitio que debe su nombre a la distancia en kilómetros hasta el Capitolio Nacional.
Las presentes generaciones merecen disfrutarlo tanto o más que nuestros padres o abuelos, bailar en su salón, llevar a sus hijos y enseñarles que Artemisa es también capaz de proteger su patrimonio.
