Luis Enrique Domínguez Vázquez, el profe de la Universidad de Artemisa, es el ganador de la décima anual del Selecto Club de la Neurona Intranquila. Los artemiseños recibimos con beneplácito la noticia, pues su familiaridad demostrada con temas del arte, las ciencias y otras tantas disciplinas trasciende el sentido de lo común para convertirlo en campeón del humor y el conocimiento.
En la contienda, que no poco esfuerzo exigió de Luis Enrique, mantuvo hasta el último minuto el peligro y lo puso en posición de combate contra Reinier Santos y Ángel A. Almira. Aun así, luego de ganar antes un programa de la anual, consiguió alzarse con el segundo y traer a casa el trofeo más intranquilo de la televisión cubana.
¿Cómo logra un artemiseño participar en el programa? ¿Cuál fue su motor impulsor?
Siempre vi el programa desde que comenzó en Canal Habana hace unos cuantos años. Había logrado responder varias secciones, e incluso programas enteros cuando lo veía desde la casa. Un día mi hermano menor me preguntó por qué no iba al casting del programa y después de darle vuelta unos días, coincidió con la convocatoria de una prueba por lo que decidí presentarme. Alcancé un puntaje adecuado para mantenerme y me dijeron que llamarían a todos los aprobados.
¿Temía confundirse en televisión?… son más personas, lejos del estudio, al tanto de sus respuestas.
En los primeros programas sentía nervios que son parte de la emoción de participar y competir. Tenía miedo de equivocarme, porque no es lo mismo hacerlo delante de un grupo de amigos que hacerlo en televisión donde te ve más personas. Era estresante, pero al final te sentías muy bien durante el proceso de grabación. Había un ambiente de trabajo sano, así los competidores. Nos reíamos porque las preguntas del programa tenían corte humorístico y nos relajábamos.
¿Qué secciones le ponían «contrareloj»?
Rapidagil o los duelos, sobre todo si había que apretar botones. Mis amigos y compañeros de trabajo dicen que soy muy lento, y fue una sorpresa que apretara tan rápido el interruptor y respondiera. Teníamos que entender rápido lo que ponían en pantalla porque los contrincantes también están ahí y son capaces. Requería más concentración de mi parte.
¿Crees que este programa debe mantenerse en la programación de la televisión cubana?
Sí. Además de ser entretenido, va más allá de esa función y permite adquirir nuevos conocimientos, aunque no se profundice por el formato del programa. Es como el paso para que las personas se enteren que algo existe y luego vayan a investigar si les interesa.
¿Irías a una quinquenal?
Ojalá. Si hicieran una me gustaría que me avisaran para competir.
¿Regresaste con nuevas y buenas experiencias?
Estar por primera vez en televisión es la más grande. Responder correctamente y avanzar tanto en los distintos ciclos fue significativo. Hice amigos, la pasé bien y me permitió reconocer el significado de leer e investigar para el desarrollo como persona.
¿Qué significa convertirse en el ganador de una anual del Selecto Club de la Neurona Intranquila?
Cuando empecé a grabar el programa no creí que podía llegar tan lejos. A medida que fui avanzando crecía la posibilidad de ganar la anual y ya estando ahí, tenía que esforzarme para ganar. Mis contrincantes dieron una competencia fuerte porque son inteligentes, y bueno ahí está el resultado.
Siento satisfacción personal y dedico el triunfo a mis padres quienes me compraron mis primeros libros, a otros miembros de la familia, amigos del barrio, mi novia que pasó los mismos nervios mientras participaba, y a mis compañeros de trabajo y alumnos.