Solo dos escuelas en Cuba: una en Matanzas y otra en Artemisa llevan el nombre de República de Indonesia. Ello representa las excelentes relaciones que existen, hace más de sesenta años, entre ambas naciones, y el compromiso de continuar fortaleciéndolas en tiempos portadores de una imponente crisis económica y social.
A propósito, y con la premisa de ratificar los nexos políticos, sociales y culturales, la Excelentísima Señora Nana Yuliana, embajadora de Indonesia en Cuba, visitó el Instituto Preuniversitario Urbano de Guanajay, centro que tiene entre sus prioridades fomentar el conocimiento sobre este país asiático, e incrementar cada año los resultados académicos que le distinguen en la provincia.
La Jefa de misión indonesia en la isla resaltó las cualidades que tienen ambos países en común y el deseo de apostar por el desarrollo incluso, en un sector clave como el de la educación. Destacó que su visita coincide con el aniversario 78 de la independencia contra el colonialismo, primero de Holanda y luego de Japón.
«Siento orgullo de llegar aquí y ver el nombre de mi país a la entrada de la escuela. Veo rostros de alumnos y profesores sonrientes, además el de su director Juan Alberto Martínez, quien los ha llevado por el camino de la sabiduría. Cada semana conozco sobre el funcionamiento del plantel y hoy llegamos a acompañarlos para escuchar todo lo que hacen, y lo que resta por hacer», señaló Nana.
«El Comandante Fidel fue un amigo muy cercano de nuestro primer presidente de la República Ahmed Sukarno. Y esa amistad que nos distingue debemos preservarla. Éxitos en su nueva etapa de estudios y a ser mejores cada día», señaló.
Nana Yuliana recorrió los laboratorios de informática, biología y química. Intercambió con los alumnos sobre algunas características de Indonesia, y entregó al centro un donativo de útiles y materiales de cara al venidero curso escolar.
Junto a la delegación del cuerpo diplomático estaba el joven Naoval Fauzan estudiante de la carrera de medicina en Cuba quien además manifestó sentirse agradecido por esta oportunidad.
Al final, los presentes interpretaron una canción que entraña la amistad en el idioma bahasa indonesio (oficial del archipiélago), y ratificaron el deseo de regresar al lugar que los acogió con tanto cariño en apenas dos horas.


