Hoy les proponemos preparar una bebida entre dulce y ácida, pero, sobre todo, refrescante: jugo de tamarindo, también conocida en otros países como agua de tamarindo.
En esta época del año puede encontrarse esta fruta, rica en vitaminas y minerales. Pero antes de adentrarnos en la receta te comentamos algunas de sus propiedades: Ayuda a mejorar la digestión; es un potente antioxidante; mejora la apariencia de la piel; controla la presión alta y la frecuencia cardiaca y previene el estreñimiento y el escorbuto, por ser abundante en vitamina C.
Reduce la grasa del hígado; ayuda a evitar la aparición y mejora las hemorroides; facilita la pérdida de peso; sus hojas en infusiones, sirven para tratar quemaduras y eliminar parásitos gastrointestinales; y aporta una gran cantidad de hierro.
Ahora, bien, ¿qué necesitamos para hacer la preparación? Aproximadamente unos 16 tamarindos, dos litros de agua, hielo y azúcar al gusto.
Primero debes quitarles la cáscara y enjuagarlos bien. Ponlos a hervir durante diez minutos a fuego medio con agua suficiente. Luego, deja enfriar. En caso de que no desees ponerlos a hervir, déjalos en agua bien caliente por lo menos 20 minutos.
Posteriormente, retira las semillas y las venas de los tamarindos. Pon la pulpa restante en la batidora con un poco del agua donde los cociste.
Después pasa la mezcla por un colador y ponla en una jarra. Agrega el resto del agua y endulza a tu gusto. Sirve en vasos con hielo y ¡listo!, una bebida estupenda para refrescar.