Cual navío que leva anclas para iniciar viaje, El Barquito resurge tras varios años en los que ya parecía imposible emprender otra travesía. Rodeado del azul de la bahía marieleña, con un encanto cautivador, el conocido bar restaurante trae, desde finales de julio, nuevos aires a La Puntilla, emblemático complejo de la Villa Azul del occidente cubano.
Y es que confiar en una idea es tener más que un punto a favor para hacerla posible. Con esta filosofía, el Proyecto de Desarrollo Local (PDL) Continuarte devuelve el esplendor a uno de los sitios más distintivos de la geografía marieleña.
Ser testigos de cómo poco a poco sus instalaciones se revitalizan nos hace volver a creer en las oportunidades de transformación y crecimiento.
“A la mar”
No pocos marieleños conservan agradables recuerdos en El Barquito, centro al que el tiempo y la desidia le jugaron una mala pasada. “Debido a su nivel de deterioro fue precisa una reparación capital, que incluyó restructuración de espacios, cambio de piso y de carpintería, instalación eléctrica e hidrosanitaria, entre otras acciones. Mantuvimos la estructura, pero hubo que hacerlo todo prácticamente nuevo”, explica Alexander Leyva Torres, líder de Continuarte.
Ahora luce una imagen renovadora. “Además de la venta de diferentes tipos de bebidas, iniciamos con almuerzos ligeros. Defendemos la idea de que las ofertas tengan un vínculo con el mar y si hacemos algo diferente que sean recetas de mar y tierra. Igualmente, pretendemos rescatar platos tradicionales como la paella marinera que era típica de este lugar”, comenta el también cantautor y director del grupo Alabao.
Más adelante, pretenden incorporar comidas e, incluso, desayunos. “Aunque no hay mucha costumbre respecto a esta última variante, son muy exitosos en otros países”.
Con mesas habilitadas también en el área exterior, al aire libre, y un ambiente acogedor, se ha ganado rápidamente la aceptación del público. En la noche se convierte en una mini discoteca.
“La aspiración es brindar un servicio de 24 horas, de modo que quienes nos visiten sepan que en cualquier momento pueden llegar a la Puntilla y disfrutar de esta instalación”, señala. Actualmente abre de martes a domingo, de dos de la tarde a seis de la madrugada.

Pero…, no es solo El Barquito
Varias han sido las labores ejecutadas al mismo tiempo, enfocándose, además, en las piscinas y las habitaciones de la planta baja del motel.
En el caso de las dos piscinas se restauraron en su totalidad. Fue necesario reparar el fondo y los laterales, así como pintarlas. Además, se les puso iluminación (a la grande, ocho luces y a la pequeña cuatro, ambas con una gama de siete colores). Esto favorecerá en un futuro la presentación de diferentes espectáculos.
También se agrandaron las aceras que rodean las piscinas y se sembraron palmas en esta zona. “Con las piscinas, retomamos las matinés los domingos. Pretendemos invitar a DJs y a proyectos de impacto. Constaría de varios momentos: de música, juegos de participación y deportivos, competencias, entre otras alternativas”, especifica Leyva Torres.
De martes a jueves, sábados y domingos, abren las piscinas al público, desde las diez de la mañana hasta las ocho de la noche. La entrada para disfrutar de estas y de la instalación en general es de 25 pesos hasta los diez años de edad; de 11 a 16 años, 50; y para el resto, 100.
Por otra parte, empezaron a rescatar las primeras cuatro habitaciones, pero “como las principales prioridades para el pueblo eran El Barquito y las piscinas, nos enfocamos en estos espacios y detuvimos las otras labores.
“Asumí el compromiso de terminarlas en diciembre, de modo que logremos garantizar hospedaje, tan necesario en el municipio; solo resta terminar los baños. Ya adquirimos todo el mobiliario”, agrega.
El motel contará con 20 habitaciones, al sumar tres, aprovechando áreas de otros usos. “Una vez concluidos los primeros cuartos, entraremos en el restaurante, que es una tarea fuerte”.

Punto de partida
Desde marzo del año pasado comenzaron la dura tarea de demoler áreas con alto grado de deterioro, imposibles de salvar: “las habitaciones ubicadas a un lado de las piscinas; la parte más afectada del cabaret; la cubierta del motel y espacios aledaños”.
Rescatar el conocido puente que conduce a las rocas, fue una de las primeras acciones. “Su deterioro impedía que las personas pudieran tomarse la tradicional foto”.
En aras de aprovechar cada atractivo, “queremos dejar listas las playitas que están alrededor. En tanto, de conjunto con el Instituto Marítimo Pesquero manejamos posibilidades de colaboración, a partir del interés en realizar paseos en lancha. Esperamos tener pronto los botes y solicitar los permisos correspondientes”.
Con las labores ejecutadas hasta el momento el monto asciende a casi 15 millones de pesos.
De La noche marieleña y más
Si de espacios de la preferencia del público se trata, no podemos dejar de mencionar La noche marieleña, cada viernes de nueve de la noche a tres de la madrugada, y cuya entrada asciende a 150 pesos. En un primer momento se disfruta de la presentación de artistas y, posteriormente, de música grabada.
A más de un año de su creación, Darys Niurka Valdés Gómez, es de las marieleñas que acude sin falta a la cita desde el primer día. “Somos más de diez amigas que no nos perdemos la oportunidad de disfrutar de esta agradable propuesta. Antes, íbamos a la discotemba, en otro centro, pero al desaparecer ese espacio y abrirse esta nueva posibilidad la hemos aprovechado”.
Responsable de animar el segundo momento de la noche, Alejandro Arias Castro, integrante del Conjunto Artístico Integral de Montaña, también ha vivido la experiencia desde su presentación como humorista. “Es reconfortante compartir la vivencia. Por otra parte, disfruto mucho la interacción con el público en las piscinas, mediante los juegos de participación y las competencias”, dice el joven santiaguero.
“Fomentar la vida cultural del lugar, con artistas del patio y foráneos, a partir de una programación variada que abarque los diferentes grupos etarios, atendiendo gustos y preferencias de la población, es nuestro propósito”, afirma Alfredo Núñez Morales, director artístico y programador de Continuarte.
Asegura que entre las actividades desarrolladas, sobresalen los conciertos con agrupaciones de gran aceptación popular, y del proyecto surgió la idea de crear una Colmenita, que les ha deparado muchas alegrías.
Si las condiciones lo permiten, en cinco años debe revitalizarse íntegramente La Puntilla; así se lo plantearon quienes le dan vida a este proyecto. Esperemos podamos disfrutar a plenitud la travesía.
