Hace poco más de dos meses Deymis Ramos Díaz asumió responsabilidades que demandan, por sobre todas las cosas, compromiso, empatía y sentido de pertenencia: fue electo como delegado y, además, presidente del Consejo Popular Mariel. Este es su primer acercamiento, desde lo interno, al quehacer de la Asamblea Municipal del Poder Popular, por lo que el reto es aún mayor.
Consciente está de cuánto es preciso prepararse en el ejercicio de ambas funciones, y como profesor de Historia, no le resulta ajeno que la capacitación es una de las claves de un mejor desempeño profesional. No son pocos los documentos que le acompañan, entre estos, el más reciente en su poder, que lleva por título Líneas y acciones para el continuo perfeccionamiento del Sistema del Poder Popular.
“Se trata de darle continuidad al tan necesario perfeccionamiento de un sistema de trabajo, de procedimientos y mecanismos que permitan lograr un mayor vínculo y fortalecer la unidad entre la Asamblea del Poder Popular y el pueblo”, señala Deymis, quien es, además, secretario del núcleo del Partido de la ESBU Maputo, centro donde ha ejercido la docencia durante los últimos seis cursos.
En aras de trabajar en pos de ese perfeccionamiento desde nuevas maneras y estilos de hacer, según se plantea en el propio documento, se definieron seis líneas generales con acciones específicas en las que se deben centrar los esfuerzos y que servirán de guía, las cuales se deben implementar y velar por su cumplimiento.
Pero la esencia, precisamente radica en la puesta en práctica, pues de nada vale que los hechos se materialicen solo en palabras. En ese sentido, un punto esencial lo constituye, a decir de Deymis, fortalecer la labor del delegado, misión en la que actualmente se aventura en la circunscripción 26 del Consejo Popular Mariel, con más de 500 electores.
En estos pasos iniciales, identificar las principales problemáticas constituye prioridad. “Los planteamientos fundamentales están relacionados con la situación de los viales, las viviendas y el agua, temas que también salen a colación a nivel de consejo popular.
“Otros de los aspectos que, en general, preocupan a la población marieleña son los elevados precios de los productos, la calidad del pan, el déficit de medicamentos y los problemas con el transporte, por ejemplo”.
En la búsqueda de soluciones resulta crucial promover y sistematizar mecanismos para la participación y el control popular. “El intercambio con los directivos correspondientes, según el tema en cuestión, es imprescindible, de modo que las personas accedan a una información oportuna y conozcan qué tareas será posible acometer. Eso no siempre se logra, y es muy necesaria dicha retroalimentación”, acota.
Alcanzar una mayor implicación parte, igualmente, desde la base, de la integración que se logre. “De ahí la importancia del trabajo en la comunidad, involucrando además a los más jóvenes, dándoles participación en las tareas, compartiéndoles las convocatorias que puedan ser de interés para su futuro desempeño. Todo emana de las reuniones con los factores, de la preparación de las rendiciones de cuenta, de la transformación de los espacios…”.
Tan desafiante como resulta para el Poder Popular cada nueva etapa, también será el período que se avecina para Deymis. Desde cada circunscripción, consejo popular y municipio, está el llamado a un continuo perfeccionamiento; resta alcanzarlo desde el actuar responsable de todos los implicados.