La alegría desborda el panal

Pequeños en tamaño pero con una enorme labor dentro de la vida cultural del municipio Alquízar, los integrantes del proyecto Martí en Casa, de la Escuela Primaria Rural Antonio Núñez Jiménez, contribuyen a la formación de valores a través de la creación artística.

Es así mucho antes de que los vientos huracanados de Ian, impulzaran con igual fuerza la idea de aglutinar saberes y personas para dar nombre al único proyecto de este tipo que ha existido en la localidad.

Surgido al calor de los talleres impartidos por jóvenes instructuras de arte, el talento de los pequeños fue capaz de divertir al público de las comunidades cercanas y en poco tiempo ganó muchos adeptos.

Durante sus presentaciones en la comunidad Playa Guanimar, de las más impactadas por el huracán de agosto pasado, coincidieron con los protagonistas del proyecto Pinceladas de miel, de la cabecera provincial, quienes comprobaron el desempeño en el escenario de los artistas alquizareños y propusieron a sus guías emprender una iniciativa, al estilo de La Colmenita.

Pocos meses después, el emprendimiento alquizareño presentaba por primera vez la obra Primavera, durante la VII Edición del Concurso Escaramujo, este abril.

De la fecha hasta acá, unos 20 niños, instructuras, maestros y padres son parte imprescindible de la vida cultural del municipio. Su prestigio les precede, cuando en el público se asoman caras felices al ver revolotear entre los artistas a abejas y sanganos: auguran que algo realmente bueno y conmovedor estarán por presenciar.

Este verano ha sido realmente especial para Gabriela Amador Reboso. La pequeña de diez años apenas disimula su pasión por la actuación, el canto y el baile. Se expresa con soltura, desinhibida y con buen humor, tanto en el trato como en las acciones. Digamos que es una niña muy desenfadada y feliz.

Nos comenta sobre la presentación en el parque local Álvaro Reynoso, a propósito de celebrarse el Día de los Niños en Cuba, y con especial ahínco rememora la convocatoria que les hicieran desde el municipio Artemisa a participar en el Carnaval Infantil este 29 de julio, como colofón de las recién celebradas fiestas populares.

Agradece a las profes Sureya, Naivis, Heidis… por confiar; a la dirección municipal de cultura, en especial a la Casa de Cultura José María Diaz Clemente, por el asesoramiento; y a todos sus compañeros de estudios, los mas fieles seguidores.

Pero, entre los pequeños artistas no todo fue fácil. Muchos vencieron sus miedos de aparecer en público y desdoblarse al punto de parecer un flor, un animal, un verso, una canción.

Otros esquivaron las barreras del desconocimiento para ser mejores educandos. Se sobrepusieron a más de un comentario inquisidor por llevar el sello de una escuela rural y una comunidad vulnerable. Sin embargo, estos niños llevan en el corazon al Maestro y saben que «hacer es la mejor manera de decir».

Ahora fueron convocados a un descanso. Aunque no parecen muy a gusto lejos del escenario, reconocen que  pronto terminará agosto y volverán los días de ensayo, vestuario y escenografía; actividades que llevan a la par con sus obligaciones en el aula.

A puro corazón» estos duendecillos entraron en la preferencia de la gente que agradece un buen espectáculo. La escuela, el barrio se estremecen de orgullo. Otros pequeños sueñan con llegar. La alegría se desborda y «las almas recuerdan dónde se enciende el vigor».